Desde el colectivo advierten del incremento de los discursos de odio: «Ahora mucha gente prefiere mantenerse al margen, y eso deja espacio para que estos discursos de odio crezcan»

El 3 de julio de este año se cumplirán 20 años de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en España. Sin embargo, fue un día como este martes, 21 de abril, cuando el Congreso de los Diputados dio el primer paso significativo al respaldar esta reforma legal, impulsada por el Gobierno de Zapatero, que posicionaría a España como el cuarto país del mundo en reconocer el matrimonio igualitario, tras Países Bajos, Bélgica y Canadá.
La medida fue apoyada entonces por el 57% de los diputados presentes. El Partido Popular (PP) votó en contra, a excepción de la exministra Celia Villalobos, que rompió la disciplina de voto para mostrar su respaldo a la propuesta. Dos décadas después, desde el colectivo se recuerda con orgullo aquel hito, pero también con el temor a no estar ya avanzando en el camino correcto. Así lo cuenta África Preus, coordinadora de Xega, asociación que en Asturias trabaja en defensa de los derechos LGTBI. “Fue un hito. Recuerdo aquel primer Orgullo después de la aprobación, en Colón (Madrid), donde nunca se había celebrado antes, y recuerdo vivirlo con una enorme alegría. Estábamos todas exultantes. Fue el fruto de un activismo muy intenso y supuso convertirnos en un país mucho más igualitario. La alegría era mayúscula”.
«El matrimonio fue un gran paso, pero no es el final del camino»
Carla Antonelli, el desaparecido Pedro Zerolo y Boti, entre otras muchas activistas, encabezaban aquel año una manifestación que se convirtió en histórica. Un avance legal y social a través del que se han ido conquistando otros derechos, aunque no todo es positivo en el horizonte, advierte Preus, que remarca que “los discursos de odio están creciendo” y que “los derechos LGTBI+ son a menudo los primeros en ser cuestionados o atacados”. Se siguen escuchando aquello de si ya se pueden casar, ¿qué más quieren?. “Es una frase que resume bien lo que muchas personas piensan. Como si el matrimonio igualitario fuera el fin de toda reivindicación. El matrimonio fue un gran paso, pero no es el final del camino”.
Uno de los puntos más debatidos en su momento fue el derecho de adopción. Mientras el PP defendía una ley de parejas de hecho que excluyese esta posibilidad, el matrimonio igualitario garantizó la equiparación plena de derechos. “En teoría, por ley, las parejas del mismo sexo pueden adoptar igual que las heterosexuales. Otra cosa es cómo influyan las valoraciones ideológicas en los procesos”.
«Sería significativo que este año, coincidiendo con el 20º aniversario del matrimonio igualitario, se aprobara por fin la ley autonómica en Asturias»
Sin embargo, explica la coordinadora de XEGA, sí persisten prejuicios y obstáculos en muchos ámbitos: “En lo laboral, en la sanidad, o incluso en la formación de profesionales. Pasa con los médicos y médicas con las mujeres lesbianas. Acciones como presuponer un tipo de relaciones sexuales… cosas que son necesarias darle una vuelta y en las que es necesario tener más derechos”. Y es que, si bien “la orientación sexual está más aceptada, hay una mayor tensión en torno a la identidad de género, especialmente en lo que respecta a las mujeres trans. Además, hace 20 años había aliados claros. Ahora mucha gente prefiere mantenerse al margen, y eso deja espacio para que los discursos de odio crezcan”.
En el contexto asturiano, el mayor escollo sigue siendo que el Principado aún no cuenta con una ley específica que proteja los derechos de las personas LGTBI, como sí existe en otras regiones: “Sería significativo que este año, coincidiendo con el 20º aniversario del matrimonio igualitario, se aprobara por fin esa ley autonómica que refuerce la igualdad y combata la discriminación”.