
Dentro y fuera del Principado aún hay quien desconoce la enorme cultura sidrera que existe detrás de una de las bebidas más icónicas de la península
Llevar la cultura sidrera al lugar que se merece. Ese es sin duda uno de los preceptos bajo los que nacía, en 2019, el proyecto para la formación de la Asociación Club de Producto Sidraturismo Asturias, que se materializaría en el año 2021. Tras poco más de dos años de vida, el intenso trabajo llevado a cabo ha posicionado a Sidraturismo Asturias como un referente, englobando a productores, llagares, alojamientos, agencias o ayuntamientos en un mismo objetivo.
Cuatro son los pilares que sostienen a este Club de Producto: el Consejo Regulador DOP Sidra de Asturias, Turismo Asturias, Caja Rural de Asturias y el Clúster de Turismo Rural de Asturias, donde todo comenzó y donde Sidraturismo pasó de ser solamente una idea a convertirse en una realidad. “La intención era crear un club de producto que combinara el sector sidrero y el turístico y mediante el cual promover y difundir la sidra y la cultura sidrera asturiana”, cuenta Lorena Alonso, técnica responsable de la entidad. En el centro de todo, la sidra, bebida que puede presumir de contar con más de 2.000 años de antigüedad y de haber tenido presencia ininterrumpida en la región desde el siglo IX.
Una trayectoria que avala la creación de un organismo que respalde una tradición que gran parte de los asturianos han vivido de cerca y que se muestra con detalle en el Museo de la Sidra de Asturias (Nava), un ejemplo “de cómo mostrar al visitante la historia de la sidra y su momento actual de forma interactiva”, señala el presidente del Consejo Regulador DOP Sidra de Asturias, Víctor Ramos.
Sidra DOP, la importancia de cuidar “lo nuestro”

Sidraturismo, explica Ramos, es un proyecto en fase de iniciación, “aunque se están dando pasos. Está muy vinculado a la actividad de los llagares, que creo que tienen que ir abriéndose e ir contando a la gente lo que se hace allí, cómo se hace y qué características tienen”. Su crecimiento está ligado al de sus miembros adheridos -en la actualidad 60 empresas ya se han sumado a esta iniciativa- y, como no, al respaldo del consumidor final.
En todo ello, la DOP Sidra de Asturias toma especial relevancia, ya que es la única con la que trabaja la iniciativa. “A veces, a los asturianos nos falta un poco de identificación con el producto: ser conscientes de que estamos vendiendo sidra con manzanas hechas aquí, en nuestra tierra, a pocos kilómetros”, incide. La ‘etiquetina’ que distingue esta variedad va haciéndose poco a poco un hueco en las mesas, y cada vez más los consumidores están concienciados de la importancia de tirar “por lo de aquí”, pidiendo sidra y manzana de Asturias.
La tradición en su elaboración y el escanciado, marca diferenciadora de la casa, convierten al acto de “echar unos culetes” en algo que va mucho más allá. “El escanciado es esa práctica tan única y tan asturiana que va unida a nuestra forma de ser, es algo que cuida y mantiene esa cultura sidrera”, cuenta orgulloso Ramos.
¿Qué ofrece Sidraturismo?

Es difícil resumir todo lo que este Club de Producto ofrece al visitante, y es que en su web encontramos desde visitas a pomaradas o llagares hasta alojamientos y guías turísticos especialmente formados en la cultura sidrera. Una experencia que pretende ser ‘360’, cuenta Lorena Alonso, que, además, es altamente recomendable visitar fuera de la época estival, colaborando así a la tan ansiada desestacionalización del turismo. Otoño, con la recogida de la manzana y primavera, con la floración, son los dos mejores momentos para las visitas, explica la técnica de Sidraturismo: “El año pasado ya llevamos a cabo ‘Mayando con Sidraturismo’ en otoño, algo que volveremos a repetir este mes de octubre, en el que organizaremos visitas a las pomaradas, cata de manzanas e incluso nuestro particular Amagüestu”.
Por si fuera poco, en poco más de un año se conocerá si finalmente esta bebida consigue convertirse en Patrimonio Inmaterial Mundial de la Humanidad, lo que, como recuerda Alonso, “todavía impulsará más al sector”, algo que también cree Ramos: “En el caso de que se produzca, va a contribuir sobre todo al turismo y al comercio de la región, y atraerá a muchísima gente”, aunque matiza, “tengo claro que hay que seguir trabajando por la cultura sidrera independientemente de lo que pase”.