El autor de la ‘proeza’, un hombre de 40 años conocido de las autoridades, huyó de las patrullas de la Policía Local desde el barrio de La Carriona, protagonizando una persecución que no acabó hasta la entrada de Salinas, en el concejo de Castrillón

Veamos… Robar un turismo en Mieres… Ponerse a conducirlo sin tener el permiso en regla, desde luego… Hacerlo bajo los efectos de sustancias estupefacientes… Ignorar a las órdenes de alto lanzadas por los agentes de la ley… ¿Algo más? ¡Ah, sí! Terminar estrellando el vehículo contra una farola. Pueden parecer demasiados ingredientes para un mismo suceso, pero todo eso fue lo que se dio el pasado domingo, a caballo entre Avilés y Castrillón. Y es que, según ha informado la Policía Local del primero de ambos concejos, un hombre de 40 años, vecinos del mismo y delincuente habitual, se dio a la fuga a bordo de un coche robado desde el barrio de La Carriona, perseguido por varias patrullas, y no fue interceptado hasta que colisionó con un poste de alumbrado público en una de las entradas a Salinas. Para colmo, el sujeto dio positivo en drogas. Un cuadro.
Siempre a tenor de los datos facilitados por el cuerpo policial avilesino el individuo, que había sustraído el turismo en suelo mierense, no llamó la atención de las autoridades hasta llegar a La Carriona. Fue en ese punto donde, al ser localizado circulando a gran velocidad, los agentes se echaron en su persecución, digna de una película y que llegó a rebasar la frontera del vecino municipio de Castrillón. Con los vehículos policiales tratando de interceptar al fugado, fue, finalmente, una farola oportunamente instalada en una glorieta de Salinas la que detuvo la carrera del delincuente. Una vez detenido, se constató que no es que tuviese el carnet caducado, sino que nunca lo había obtenido, y que, para colmo, había consumido estupefacientes antes de ponerse al volante. Ni qué decir tiene que fue puesto a disposición judicial.