POR BORJA PINO Y PABLO R. GUARDADO
El ente municipal que administra los cementerios cumple la petición formulada por el Principado e Izquierda Unida de Gijón para suprimir el elemento, que conmemora a los 62 simpatizantes del alzamiento fusilados por el «‘Terror Rojo'» el 14 de agosto de 1936
Dicho… Y hecho. Menos de veinticuatro horas después de que los diputados de Vox Javier Jové y Sara Álvarez Rouco protagonizasen la colocación, en el cementerio de Jove, de una placa para conmemorar a los 62 simpatizantes del alzamiento militar fusilados en la ciudad el 14 de agosto de 1936, la empresa pública Cementerios de Gijón (CEGISA), encargada de la administración de los camposantos municipales, ha obedecido el mandato emitido en la tarde de este miércoles por el Gobierno del Principado, y hoy mismo ha retirado el elemento. Y lo ha hecho a conciencia, sin dejar el más mínimo rastro de ella en la sepultura en la que descansan los ejecutados. Se cumple así una medida tomada, más allá de por la polémica que ha envuelto el gesto de los de Vox, por el hecho de que estos últimos careciesen de autorización para realizar una acción semejante.
Como ya sucediese hace un mes en Aller, las reacciones críticas comenzaron a proliferar desde el mismo momento en que trascendió el contenido de la placa en cuestión: «A las víctimas del ‘Terror Rojo’ (1931-1952), olvidadas por las instituciones; siempre en nuestro recuerdo«. Ni qué decir tiene que semejante leyenda exacerbó los ánimos de la izquierda gijonesa en particular, y asturiana en general. Uno de los primeros en actuar formalmente fue el Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU), introduciendo un ruego en la Comisión de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Participación Ciudadana, presidida por el edil del PP Abel Junquera, para que la pieza fuese suprimida. Y es que, a juicio del portavoz local de IU, Javier Suárez Llana, «el único terror que sufrimos los españoles fue el del fascismo que ellos defienden«.
Paralelamente, desde la esfera autonómica también se tomaron medidas ayer, instando al Gobierno gijonés a retirar la placa. Esa combinación de peticiones es la que, a la postre, ha devenido en su eliminación. Eso sí, por el momento no ha habido reacciones por parte de Vox.