Los vecinos de Serín, Poago, Cenero, Monteana y San Andrés de los Tacones advierten de que la puesta en marcha de videovigilancia en Somió, Bernueces y Cabueñes está desplazando los robos a su zona, y exigen equipos similares y más presencia policial

Es una dinámica que se repite por sistema en el mundo animal: una vez un determinado grupo de los mismos refuerza la seguridad, sus depredadores, en vez de desgastarse contra tales medidas, optan por buscar cotos de caza más vulnerables. Bien, esa analogía tan simple puede extrapolarse perfectamente a la zona rural de Gijón. Concretamente, a las parroquias de Serín, San Andrés de los Tacones, Cenero, Monteana y Poago, cuyos habitantes advierten de que la entrada en funcionamiento de la red de cámaras de vigilancia en Bernueces, Cabueñes y Somió habrá servido para reducir los asaltos a viviendas en esas tres áreas… Pero, también, para desplazar la atención de los cacos a las suyas propias. Y los afectados están hartos. Tanto que, advierten, solicitarán una reunión «inmediata» con Delegación del Gobierno y con el Ayuntamiento, a fin de exigir a ambos organismos más y mejores mecanismos de protección.
«En mes y medio hemos contabilizado casi veinte robos en el oeste, según nos cuentan los vecinos», aseguran los representantes de las asociaciones de esas cinco parroquias, que este viernes sostuvieron un encuentro para coordinar los siguientes pasos a dar. Pero el malestar no sólo lo alimenta la falta de cámaras… Tampoco ayuda a mitigarlo el que Somió, Cabueñes y Bernueces «tienen a la Policía Nacional, a la Guardia Civil y el dron de la Policía Local para vigilar; esto último, comentado a bombo y platillo en los medios». Por el contrario, en sus áreas «sólo tenemos a la Benemérita y, más de la mitad de las veces, cuando se les llama, vienen desde Carreño y se les tiene que orientar porque, al no ser de Gijón, no saben llegar al lugar de los avisos«. Es fácil entender el efecto general de esa comparación… «Estamos indignados; todo está viniendo contra nosotros«, insisten los lugareños, que reivindicarán antes las dos Administraciones que los mismos medios que se han destinado al este se inviertan también en el oeste.