
Nacida en 2018 en el barrio de Cimavilla, esta sociedad gastronómica, la única de la ciudad que acepta mujeres como socias, ultima los preparativos del esperado Antroxu con la mezcla de ilusión, fraternidad y buen gusto que caracteriza su trayectoria
La sociedad gastronómica que hoy nos ocupa difiere de las demás en varias cosas…
La primera es que es la única que cuenta entre sus miembros con mujeres socias. La otra, y más significativa, es que Sogastur, así se llama, se forma como consecuencia del fútbol. Tal cual.
La plaza de la Colegiata, en Cimavilla, fue testigo de esta unión, que se fundó en el año 2018, y cuenta ya con veinticinco socios y socias.
El lugar no es casual, ya que ahí es donde cuatro padres de alumnos del Colegio Santo Ángel esperaban que sus hijos terminaran su actividad de fútbol. Ninguno concretamente de Gijón, ni siquiera del ‘barrio alto’, pero con la actividad de sus pequeños en común.
A partir de ahí comienza la historia de la Sociedad Gastronómica Asturiana, Sogastur, y los vínculos de amistad de esos cuatro fundadores. Alberto Puente, Diego Anta, Pablo Álvarez y Ángel Fernández, este último presidente actualmente del grupo, comenzaron a buscar un local donde reunirse a cocinar, comer y ver crecer a sus hijos.
La búsqueda de socios fue fundamental para llevar a buen término la idea. Lo consiguieron y, a día de hoy, forman un tándem perfecto con el barrio.
Ocupan el local de un antiguo restaurante en plena plaza de los Remedios, donde, además de disfrutar de las reuniones en torno a una mesa, organizan infinidad de actividades.
Una de ellas tendrá lugar a las 14 horas de este fin de semana, concretamente del sábado 1 de febrero. Proponen un encuentro de lo más apetecible: una cata a ciegas, con degustación de queso y un cortador de jamón. Todo por un precio casi simbólico y que, seguramente, resultará de lo más entretenido, tanto para los socios y socias, como para todo el que quiera unirse a este entretenido grupo que cuenta, según dicen, con un “cocinitas” vasco de lujo, como es Alberto Puente, uno de los fundadores.
El primer viernes de cada mes tienen cita obligada y ahí, además de degustar diferentes viandas, idean actividades. Ahora están enfrascados en el próximo Antroxu, pero de sus muchas actividades, sin duda, las más laboriosas de organizar son las que coinciden con las fiestas de ‘Cimata’.
Ahí colaboran con los bares para realizar conciertos, tanto en la plaza que les acoge, como en la de La Soledad.
Viendo el entusiasmo de estos veinticinco amigos y amigas, cualquier día sorprenderán, sin duda, con un fiestón fuera de programa.
Si no, al tiempo.