El Sporting no gana en Fuenlabrada, pero sendos descalabros de Amorebieta y Real B aseguran su permanencia en Segunda División

Parecía que la calma no llegaría nunca, pero al final, como dijo un sabio: “Siempre que llueve, escampa”. El Sportingpuede decir que tiene asegurada su permanencia en Segunda División, ahora sí, tras haber empatado hoy en Fuenlabrada.Para ser exactos, después de que tanto la Real B como la SD Amorebieta, rivales por la continuidad en la Liga Smartbank, perdiesen sus respectivos encuentros. Nulo mérito institucional y deportivo -todo lo contrario, de hecho- el de la entidad gijonesa, pero desahogo más que importante para club y afición. Llegó el ‘Pitu’ como salvador y, después de tres jornadas en las que el equipo no conoce la derrota, ha logrado el objetivo. Ante más de 2.000 sportingusitas desplazados a tierras madrileñas y en medio de un inferno de calor, el conjunto de Abelardo sumó un punto decepcionante ante un rival ya descendido. A falta de buen juego, sin embargo, no hicieron falta las cuentas de la lechera: el portazo definitivo a la pesadilla de final de temporada es ya real.
Salió timorato el Sporting al verde. Impreciso y atenazado por los nervios. Todo lo contrario al Fuenlabrada, que parecía fresco y desahogado. El conjunto dirigido por Sandoval tan solo tardó un minuto en sumar la primera ocasión. Un centro de Pol Valentín desde la derecha fue cabeceado por Adrián. Guille Rosas molestó lo suficiente al centrocampista madrileño, cuyo remate fue despejado por la defensa a córner.
Sin haberse repuesto todavía del primer susto, al Sporting le llegó el segundo. En pleno desconcierto defensivo, de nuevo Pol Valentín fue protagonista. El jugador catalán vio a Pedro León desmarcado dentro del área gijonesa y le dio la pelota sin pensárselo dos veces. El murciano chutó, pero su fuerte disparo no encontró portería de milagro. A partir de ahí, el Sporting intentó asentarse sobre el césped. Quedó en eso: en intento. Las líneas adelantadas del Fuenlabrada complicaban la salida de balón y, una vez traspasada la divisoria, las imprecisiones no se hacían esperar. Al equipo gijonés, además, le estaba faltando intensidad y ritmo. Por si fuera poco, el ‘Fuenla’ acosaba al Sporting a base de centros laterales, sabedor de la endeblez defensiva asturiana, agravada por lesión de Berrocal. El ‘Pitu’ daría entrada a Rivera en el minuto 10 y Gragera pasaría a ocupar la posición de central.
La afición rojiblanca desplazada intentaba espolear a los suyos al grito de “Sporting, Sporting”, pero el rumbo del encuentro parecía estancado. El equipo gijonés continuaba regalándole la pelota constantemente a su rival. Incapaz de hilar alguna jugada que apuntase maneras, los discípulos del ‘Pitu’ no encontraban el camino que les llevase a la portería defendida por Morro. Por el contrario, el Fuenlabrada seguía sumando ocasiones, sobre todo a balón parado. En dos faltas botadas por Iribas, Adrián volvería a rematar, pero sus cabezazos no encontrarían premio.
Tan espeso era el fútbol desplegado por el Sporting, que su única ocasión fue fruto de un error rival. Al borde del descanso, Mikel falló un pase que dirigió a Aitor. El onubense terminaría la jugada con un potente disparo desde fuera del área que saldría ligeramente desviado. Así terminaría la primera parte, en la que el Sporting no dio nunca la sensación de estar jugándose su futuro en el fútbol profesional. Sin embargo, las caras de la Mareona denotaban ya cierta sensación de tranquilidad: la afición del Sporting sabía que la SD Amorebieta perdía, en ese instante, por dos goles a cero, y que el Huesca anotaba el segundo frente a la Real B.
Se reanudó el partido y el Sporting pudo adelantarse, casi sin querer, en el marcador. Pedro Díaz botó una falta desde el flanco izquierdo y Sotillos despejó hacia su propia portería. La pelota fue a parar al larguero y el electrónico no se movió.Tampoco cambió el signo del encuentro poco después, el minuto 57, cuando el Sporting tuvo otra oportunidad clara. En una de las pocas combinaciones dignas de mención, Villalba filtró un buen balón para Djuka. Dentro del área, el delantero balcánico cedió para la llegada de Pedro, que acomodó el cuerpo y quiso ajustar. Su disparo, con el interior, saldría rozando el palo.
A pesar de no erigirse en ningún momento como claro dominador del encuentro, el Sporting ganó presencia en campo rival durante el segundo período. En pocas palabras: jugó más al fútbol, aunque mínimamente. El Fuenlabrada, quizás desalentado por no jugarse nada, tal vez cansado, fue diluyéndose como agua de borrajas hasta dejar de inquietar la meta de Cuéllar. Dadas las circunstancias, el partido comenzó a parecerse a un amistoso.
Aun así, hubo alguna ocasión más. A falta de quince minutos para el final, Villalba cambió el juego a la derecha. Allí apareció Aitor, solo. El extremo de Gibraleón estuvo bastante impreciso, como el resto de sus compañeros, durante todo el encuentro. Se apresuró a tirar, pero su disparo no encontró portería. Desde entonces, tan solo el Fuenlabrada pudo adelantarse. En el minuto 82, una combinación entre Pedro León y Amigo estuvo a punto de convertirse en el primer gol, pero Cuéllar atinó a despejar el disparo del canterano fuenlabreño.
Los últimos instantes del partido estuvieron dominados por la incertidumbre en la grada. Nada sucedía sobre el verde del Fernando Torres, pero el Sanse había logrado igualar su partido ante el Huesca y un gol más aparcaba la permanencia sportinguista. No obstante, las aguas volvieron a su cauce cuando el Huesca anotó el tercero. Para entonces, la afición rojiblanca rugió de nuevo y empezó a celebrar la permanencia. El árbitro no tardó en pitar el final. Abelardo se santiguaba. La pesadilla había terminado.
Ha sido todo un desastre. Desde la directiva que preside el inefable cara pan, pasando por sus directivos, entrenadores que se pelean con ese tribulario director deportivo,chulesco y arrogante. Jugadores apáticos y sin calidad ninguna y una afición que aplaudimos y gritamos por salvar la categoría. Impensable en otros tiempos pretéritos. Ahora sólo faltaba que el próximo y último partido se lo ganaran al U.D Las Palmas, y le pusieran en bandeja el play off a los vecinos. Sería de traca.