El Sporting, con un gol en propia puerta de Berrocal, vuelve a caer en un derbi asturiano
Un derbi asturiano más, el Sporting cayó derrotado. Un gol en propia puerta de Berrocal, a centro de Cornud (continuo quebradero de cabeza visitante) dio una nueva victoria al equipo de la capital. Los rojiblancos cierran así una temporada decepcionante en la que ni siquiera pudieron brindar a su afición (23.470 aficionados en El Molinón) un triunfo en el derbi. El encuentro terminó de la peor forma posible, con una tangana entre jugadores de ambos equipos y con cruce de declaraciones entre los jugadores.
«En el fútbol, como en la vida, todo son momentos». Así de trascendente rubricó Cuéllar, capitán sin brazalete de este Sporting, en la charla previa antes de jugar el derbi: «Salimos con el cuchillo entre los dientes. No nos olvidemos de que esta es nuestra casa. Los tres puntos se quedan aquí». El emeritense hizo partícipe al equipo de una excitación que la grada llevaba ya horas viviendo, desde la hora del vermú. «Orgullo, pasión, tradición», dictaminaba el tifo rojiblanco. Y, en estas, saltaron los equipos al césped.
Comenzó el Oviedo arremangándose, con una falta que Pierre Cornud, eterno quebradero zurdo de cabeza, puso a Javi Mier. El canterano, arriba, avisó. Ni un minuto de juego. El Sporting, saque rápido, inicio eléctrico, buscaba aprovechar el arreón de la grada. El Oviedo, dormir a la grada con su posesión. Pareció el equipo de Ziganda salir más asentado, pero eran los locales los que apretaban. Primero, Aitor, con un remate que sacó abajo Femenías. Luego Bogdan, a centro de Djuka, con un testarazo que se fue arriba.
El partido era de los que enganchaban. Idas y venidas en el césped, la grada apretando y tensión en los banquillos. A la media hora, ya estaban expulsados el segundo entrenador del Sporting y el preparador de porteros del Oviedo. Y cinco amarillas sobre el césped. En estas, Cornud seguía siendo un problema para Bogdan. Sus centros, siempre peligrosos. Primero a Luismi, que enganchó una buena volea que Cuéllar repelió. Luego a Mier, que remató alto de nuevo.
Terminó la primera parte el Sporting avisando, con un remate desde la frontal de Kravets que se fue al lateral de la red. Antes, el Oviedo reclamó penalti por mano de Babin y el Sporting hizo lo propio por otra de Brugman. Ni el árbitro ni el VAR las estimaron punibles y al descanso se llegó sin goles.
Segunda parte
Comenzó el Sporting volviendo a pisar más área en la segunda mitad. Bastón, con un cabezazo en un córner, estuvo cerca de dar el susto. El partido, roto como de eliminatoria sin red de seguridad. Intentó, al cuarto de hora, Pierre Cornud un remate que atrapó con mucha seguridad Cuéllar. Gragera por Christian Rivera y Gaspar por el «Puma», las elecciones de Martí para agitar el partido.
Quería el Sporting desperezarse, sin terminar de tener mando en el encuentro. El técnico local intentaba cambiar el partido, dando entrada a Pablo Pérez por Aitor García. Quince minutos para el final cuando Villalba corrió para filtrar el balón al espacio a Djuka. El balcánico rompió el cuero pero Femenías, con reflejos, supo sacarla.
Fue el preludio del gol visitante. Pierre Cornud, de nuevo, puso a bailar a Gragera para poner el centro que Berrocal desvió para despistar a Cuéllar y terminar embocando en propia portería. Berrocal o Bastón, que quiso remachar sobre la línea, pusieron el tanto ovetense cuando más lo intentaba el Sporting.
Desde entonces, tumba abierta de Martí. Bogdan y Pedro dejaron su hueco en el césped para Ramírez y Campuzano. Intentona en balde. En el descuento, Djuka tuvo el empate, con un balón dentro del área que supo revolver y terminó despejando Femenías. En el córner, el Sporting pidió penalti por mano de Dani Calvo, pero el partido no dio más de sí y terminó con la victoria del Oviedo. Lo peor del partido, la imagen final. Los jugadores rojiblancos fueron a por Joan Femenías, que celebraba el triunfo visitante y se armó la tangana que terminó en nada.