El Sporting pasa de ronda en Copa del Rey tras vencer al conjunto groguet con goles de Djuka y Bogdan

‘Puma’ Rodríguez golpea el balón ante la defensa del Villarreal/RSG
Confeti, serpentinas y una piña rojiblanca sobre el centro del campo de El Molinón. El Sporting quiso alargar la cabalgata y hacer más especial aún el día más ilusionante del año derrocando al Villarreal en la Copa del Rey en un buen partido de los locales, el mejor de los últimos meses. Los goles de Djuka y Bogdan (dos Reyes Magos venidos de Oriente, como marca la tradición), permitieron darle la vuelta al tanto inicial de Albiol y dar a los rojiblancos el mejor regalo de Reyes: ver a su equipo en el sorteo de los octavos de final de la Copa del Rey.
Comenzó el Sporting contestón, como si delante no tuviera al actual campeón de la Europa League, apoyado en un gran “Puma” Rodríguez, principal animador de la cabalgata rojiblanca. Al panameño, al contrario que a Sansón, le vino bien el corte de pelo. Rapado, veloz, aerodinámico, lideró el ataque sportinguista en los primeros quince minutos, con sucesivas internadas, centros al área y lanzamientos desde la distancia. Ataques sin premio en el marcador pero que sirvieron para levantar a una grada enchufada, que esperaba el regalo de Reyes más deseado.
Ese que a punto estuvo de ofrecerles Bogdan, al cuarto de hora de encuentro, en una gran jugada a balón parado. Funcionó la pizarra de Gordillo (ayudante de David Gallego). Sacó en corto el “Puma” para Pedro Díaz y el sierense puso un balón franco al segundo palo, donde apareció como una exhalación, sin marca, el ucraniano. Su remate, a placer, de primeras, se fue alto.
El susto espoleó a un Villarreal que, con el paso de los minutos, fue cogiendo el pulso al encuentro. Más posesión, más presencia, pero poco peligro. Jackson era una continua amenaza para los centrales, complementada con los lanzamientos exteriores de Moi Gómez, Trigueros o Capuoe. Pero el Sporting. O sufría.
De hecho, la última de la primera parte fue, nuevamente, para los locales. Lo intentó Gaspar en una jugada individual, con un remate que se estrelló en la defensa y fue a caer a las botas de Berto que, lento, no supo disparar. El pitido del árbitro enseñó el camino a los vestuarios entre los aplausos de los más de 12.000 aficionados que acudieron a El Molinón.
La segunda parte comenzó de la peor forma posible para los de David Gallego. Arrancó avisando el Villarreal con un disparo del recién ingresado Gerard Moreno que Berrocal rechazó a córner. Y de esa acción de estrategia nació el gol groguet. Tras un primer despeje de la zaga, Moi Gómez insistió con el centro, que desvió con la cabeza Cristian Rivera y encontró a Albiol, solo tras perder la marca Nacho Méndez, en el área pequeña. El veterano central, con un buen remate, puso el 0-1 y llevó la helada a orillas del Piles.
El gol visitante noqueó al Sporting. Un jarro de agua fría que pudo ser incluso mayor si Alberto Moreno hubiera acertado a anotar el segundo. Buena combinación entre el zurdo y Jackson en el balcón del área, que plantó al sevillano frente a Mariño. El vigués, con una gran intervención con el pie, negó el gol.
Pero un día más, tuvo que ser Djuka el que se vistiera de Rey Mago. El balcánico, que apenas llevaba unos minutos en el terreno de juego, llevó el empate al marcador con un golazo, aprovechando un mal despeje de Rulli. El guardameta visitante salió de su portería para despejar un balón con el pie desde el lateral del área pequeña. El esférico fue a dar a Djuka, a unos 30 metros del marco, escorado a la derecha. Una posición poco provechosa, pero el balcánico quiso imponer su instinto. Antes de recibir ya sabía lo que iba a hacer: control con el pecho y, antes de dejarla caer, golpeo directo a portería, aprovechando la ausencia del guardameta groguet, que no pudo hacer nada para evitar el gol, pese a llegar a tocar el esférico. Tablas en el marcador y más de 20 minutos por delante.
El gol espoleó al Villarreal, que se quiso adueñar del partido. Pero el susto lo volvió a dar el montenegrino, empeñado en llevarse la figura del roscón. Una salida rápida del Sporting, orquestada por Villalba, llevó el balón al “Puma”, que puso el centro al segundo palo, donde Djuka intentó un plástico remate, a medio camino entre la chilena y la tijera, que se fue alto tras picar en el césped.
A diez minutos del final, la pizarra rojiblanca volvió a funcionar. Nacho Méndez puso una falta picadita, por encima de la barrera, para asistir a Aitor García. El onubense anestesió el balón con su bota derecha y, casi sin dejarla caer, buscó el remate, que con todo a favor se fue desviado. El partido se desabrochó en los minutos finales. Alberto Moreno a punto estuvo de encontrar un centro de Pedraza y, en la contra, tras una gran cabalgada de Gaspar y Aitor, ni Pablo García ni Djuka lograron contactar con la pelota.
Los confetis y las serpentinas llegaron a falta de dos minutos para el final. Una gran triangulación del Sporting entre Villalba, Djuka y Aitor, encontró a un Bogdan que irrumpió como un bisonte en el área groguet. El remate del ucraniano, con mucha potencia, enjauló el balón en la portería de Rulli para poner el 2-1 en el electrónico y llevar la locura a las gradas de El Molinón, que volvió a entrar en calor. Lo intentó el Villarreal en el descuento, pero ya no pasó nada más en el encuentro. El Sporting estará en el sorteo de los octavos de final de la Copa del Rey.
Puxa Sporting.Gallego dimisión