El movimiento también reclama a la Consejería de Salud que paralice por completo, de forma cautelar, todas las derivaciones del SESPA a dicho centro privado gijonés, y pide una revisión integral de las pautas que actualmente rigen tales derivaciones

Otro de esos debates recurrentes, el de la pugna entre la sanidad pública y la privada, ha vuelto a acaparar la atención nacional después de que, esta misma semana, se revelase la existencia de una política de priorización del negocio frente a la salud de los pacientes en el madrileño Hospital de Torrejón de Ardoz. Listas de espera extendidas deliberadamente, reutilización de equipamiento quirúrgico teóricamente desechable, despido de voces críticas y un espíritu flagrantemente mercantilista -como prueban los audios filtrados a varios medios de comunicación- parecen la punta del iceberg de un modelo marcado por la titularidad pública del centro, sí, pero por su gestión a manos del Grupo Ribera. El mismo, por cierto, propietario del Hospital Covadonga aquí, en Gijón, 100% privado, pero que recibe derivaciones del Sistema Público de Salud del Principado (SESPA). De ahí que el movimiento Sumar Asturies haya reclamado una intervención de la Consejería de Salud para inspecciones y audite integralmente dicho centro, a fin de detectar posible irregularidades y garantizar que no se dan situaciones como las registradas en la capital española. Más aún, la fuerza de izquierdas también exige una inmediata suspensión, de forma cautelar, de las derivaciones al Covadonga, y una revisión de las políticas que rigen esa práctica.
«Mientras no se acredite plenamente el cumplimiento de los requisitos técnicos y sanitarios exigibles para proteger los derechos de las y los pacientes, las derivaciones deben cesar«, manifestaban ayer desde Sumar por medio de un comunicado, sustentando su petición de una auditoría en el contenido del artículo 30.1 de la Ley 14/1986, General de Sanidad, que establece que «todos los centros y establecimientos sanitarios, así como las actividades de promoción y publicidad, estarán sometidos a la inspección y control por las Administraciones Sanitarias competentes«. Además, conviene recordar que no es la primera vez que el Ribera Covadonga se coloca en el foco… Aunque se trate de una cuestión diferente a la actualmente tratada, el hospital privado ha estado, y está, bajo sospecha por el posible conflicto de intereses que pueda suscitar el trabajo que realiza en él la actual alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón. En ese sentido, ni el centro, ni la regidora quisieron arrojar luz sobre el asunto cuando, a principios de octubre, miGijón investigó el particular.