Nueva época del año, nueva legislación, pero los hosteleros asturianos siguen con el agua al cuello. En su batalla, varios frentes. La larga espera de hasta 100 licencias de terrazas está estos días en boca de todos, al mismo tiempo que se producen sanciones a estos mismos establecimientos.
Félix Marcos, portavoz de Hostelería con Conciencia (HCC), es crítico con la situación: «Mucha gente sigue teniendo la visita de la autoridad competente para sancionarlos. Es inadmisible, no se puede permitir que se siga penalizando a gente que intenta llevar el pan a sus hijos y trabajar con todas las restricciones inimaginables. El Ayuntamiento está llevando a cabo una mala praxis».
Marcos apunta que «lo divertido o absurdo es que el gobierno municipal anuncia una ayuda de 700 euros a bombo y platillo, pero viendo la celeridad con la que se tramitan las licencias de terraza, ya nos hacemos a la idea de que se demorarán a enero de 2022».
Desde la asociación piden celeridad y compromiso, también al Gobierno del Principado en la ejecución del fondo de rescate: «A Adrián Barbón se le llenó el cuerpo con los famosos 100 millones de euros en ayudas. Vamos por la mitad del año y muchos no hemos recibido ni un duro».
«Los bonos de consumo son una medida injusta, beneficiarán a los grandes restaurantes»
Una de las acciones más publicitadas por el consistorio ha sido la creación de bonos de consumo, 250.000 bonos de 5 y 20 euros para gastar en comercios y restaurantes. Desde HCC consideran que «las empresas pequeñas únicamente recibirán el margen de beneficio de lo que puedan vender, si lo venden, por lo que la medida beneficiará a los locales grandes y mejor situados».
La asociación cree que los bonos a proveedores y las ayudas directas sí que podrían ayudar de verdad al grueso de hosteleros. Tras la última actualización de horarios de apertura, Félix Marcos explica que se volverá a cierta normalidad, aunque «nunca» se recuperará lo perdido: «Se nota que mucha gente se está reincorporando al sector, como los repartidores. Ahora mismo, los que peor lo tienen son los locales de cenas y trabajo nocturno. Las personas más afectadas».