La compañía estadounidense exhibe en el Recinto ‘Luis Adaro’ sus vehículos Model 3, X e Y, y ofrece la posibilidad de conducirlos en solitario hasta el Somió Park o La Providencia
Año tras año, en consonancia con su condición de indiscutible icono del verano asturiano, la Feria Internacional de Muestras (FIDMA) se convierte en un punto de encuentro con un sinnúmero de elementos anclados en el recuerdo de miles de visitantes, desde los bocadillos de calamares hasta los artículos de menaje del hogar… Pero también con una variable colección de nuevas incorporaciones, exponentes del máximo grado de desarrollo en diversos sectores. Y en esta edición, la 66ª que ya suma la cita, de entre los nombres que conforman esa categoría uno despunta como foco de interés colectiva: Tesla Motors. Por primera vez tanto en su historia, la compañía automovilística estadounidense exhibe en la FIDMA algunos de los vehículos que conforman su flota, integrados en tres de las gamas que sus líneas de producción fabrican, y que, por méritos propios, se han convertido en sinónimo de innovación tecnológica, eficiencia ‘verde’ y clase sobre ruedas en las carreteras de todo el mundo.
La andadura de Tesla en el Principado es relativamente reciente. El pasado diciembre la firma que preside Elon Musk abrió su primera tienda en Parque Principado; desde entonces, no han escaseado aquellos que han probado sus vehículos y que admiten que forman parte de un mundo distinto. Es más, en su ‘stand’ de la Feria también es posible realizar viajes de prueba de quince minutos hasta el Somió Park o La Providencia, a bordo de los turismos Model 3, X o Y, presentes en sus versiones con tracción trasera, gran autonomía y ‘performance’. Con una potencia en función del modelo de 280, 350 y 500 caballos, respectivamente, la autonomía máxima alcanza los 600 kilómetros, y la recarga de las baterías se puede completar en apenas un cuarto de hora, siempre que se utilice alguno de los ‘supercargadores’ de la marca.
Pero no sólo es el apartado de la movilidad el que juega a favor del atractivo de Tesla en la FIDMA. Las múltiples funcionalidades digitales que cada vehículo ofrece juegan un rol nada desdeñable, que incluyen acceso a plataformas de ocio como Netflix o Spotify, combinadas con detalles estéticos como las puertas de ‘ala de gaviota’ con que cuenta el Model X, usuales en deportivos de alta gama, y que, a mayores, se revelan muy prácticas para quienes padecen limitaciones de movilidad. No obstante, la gran sorpresa llega al conocer los precios; asociada en el imaginario popular con un nivel económico relativamente alto, como sucede con Apple, en la actualidad el Model 3 puede adquirirse por 39.000, precio reducido a 32.000 con las ayuda del Estado para la adquisición de coches eléctricos, y que aún puede descender hasta 29.000 euros si se aplica la reducción del IRPF del 15%.
Por el momento, Tesla está encontrando una publicidad efectiva en los usuarios de sectores como las parejas con hijos o los taxistas, que valoran la posibilidad de concitar el entretenimiento digital con la polivalencia, la facilidad de manejo y el confort de los vehículos. Tanto es así que no escasean quienes afirman que cada Tesla es más un juguete que un turismo, y al igual que quienes confiesan que, una vez probada esta firma, es difícil volver atrás.
Soy fanático de los autos Tesla, pero no de los que se conducen solos, donde el auto se conduce solo.