• FIDMA 2025
  • Actualidad
    • Mis vecinos
    • Política
    • Entrevistas
    • Gente
    • Igualdad
    • Cooperación
    • Antroxu
    • Fitur 2025
    • Mundo Animal
      • #Adóptame
  • Sucesos
  • miAsturias
    • Oviedo
    • Avilés
    • Mieres
    • Langreo
  • miGijón sub18
    • Canchas y Aulas
  • Gijón Congresos y Reuniones
  • Descubriendo Asturias
  • Deportes
    • Promesas asturianas
    • Olimpismo Astur
    • Grupo Covadonga
    • Sporting Classics
  • CanalGastro
  • Mi Comercio
  • Opinión
    • David Alonso
    • Agustín Palacio
    • Alberto Ferrao
    • Eduardo Infante
    • Bernardo Solís
    • Monchi Álvarez
    • Nacho Poncela
    • Anabel Santiago
    • A. Damián Fernández
    • Luis Antonio Alías
    • Ana Martínez
    • Andrés Treceño
    • Tribunas
    • Cartas de los lectores
  • Gijón Impulsa
  • Planes
miGijón
No Result
View All Result
miércoles, 15 octubre, 2025
miGijón
No Result
View All Result
PUBLICIDAD

Tiralíneas Iordanov

Monchi Álvarez por Monchi Álvarez
16/08/25
CompartirTweet

«Alto, moreno, cejijunto, de rostro adusto, podría haber formado parte del elenco de cualquier película de Emir Kusturica; daba el perfil»

  • Distintas etapas en la carrera de Georgi Iordanov en el Sporting. / Reportaje fotográfico de miGijón

En las tierras bajas de Tracia emergen las siete colinas que dan hálito a Plovdiv, ciudad fundada por Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno. Esta importante población, al sur de Bulgaria, se refresca y bebe del río Maritsa desde tiempos inmemoriales y, como el resto del planeta, vive intensamente ese fenómeno universal llamado fútbol. Allí nació Georgi Iordanov, y en el Lokomotiv se sintió futbolista por vez primera.

El talentoso centrocampista daría el salto al Levski Sofia con 22 años, y en 1988 se alzaría con la Liga. En el verano de 1990 estampó su firma con el Sporting ese mediocentro habilidoso del que todo el mundo hablaba maravillas. Alto, moreno, cejijunto, de rostro adusto, podría haber formado parte del elenco de cualquier película de Emir Kusturica; daba el perfil. Se hizo enseguida con el ‘bastón de mando’ de un conjunto rojiblanco que sumaba calidad en la sala de máquinas: Óscar, Joaquín, Iordanov y Nilsson… Con Ciriaco Cano regalando buenas decisiones y sensatez a mansalva desde el banquillo.

Llegó a desarrollar un fútbol sensacional aquel Sporting, desarbolando defensas adelantadas, apurando las bandas, moviendo la pelota con rapidez, goleando, sacando la atronadora ovación al final del match de una grada muy exigente. Sufrió un atractivo (en principio) Real Valladolid del Pacho Maturana un contundente repaso por 4-0 en El Molinón, en un partido casi perfecto para las huestes rojiblancas, en el que Iordanov consiguió embelesar a la afición local de principio a fin. El de Plovdiv era un mediocentro con mente de delineante; tiraba líneas, ponía la pelota con precisión a cuarenta metros, ejecutaba el balón parado con maestría y muchos críos en Gijón imitaban al búlgaro en un gesto, marca de la casa: durante el partido, antes de una falta o de un córner, Iordanov se arremangaba el pantalón y lo dejaba como si fuese un slip ceñido. Muchos guajes copiaron al jugador en la playa o en una pachanga de futbito en pista de cemento o asfalto.

Ciriaco siempre intentaba sacar el mejor de los rendimientos a un futbolista que «se dosificaba» en exceso, para cabreo del técnico extremeño. En uno de los entrenamientos, a mitad de semana, el cabreado resultó ser Georgie. A Ciriaco le faltaba un portero para completar una sesión de lanzamientos, centros y faltas, y convenció a su amigo Claudio para que volviese a defender los tres palos como antaño. El de Plovdiv y el de Carril se picaron, y el retirado guardameta se lo detuvo todo al internacional búlgaro. Por arriba, por abajo, volando a tapar escuadras, blocando chuts imposibles… Iordanov encaró el vestuario contrariado, mientras Ciriaco y Claudio se miraron sonriendo con cierta ‘malicia’.

PUBLICIDAD

Después de tres temporadas vistiendo la casaca rojiblanca, firmó el búlgaro un contrato con un Atlético Marbella que pretendía armar un equipo de garantías y futuro en Primera con suculentos contratos en Segunda. Tras la aventura marbellí, Georgie regresó a su país, y allí se retiraría en 2001. Dejando el dibujo del tiralíneas sobre el césped cada vez que sus botas acariciaban el cuero. Y es que nunca se deja de ser futbolista, y nunca se pierde el toque; ni con 27 años, ni con 40. Ni a la vera del Martisa, o a la de El Piles.

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

turismo oviedo turismo oviedo turismo oviedo
PUBLICIDAD
  • Tu publicidad
  • Contacto
  • Aviso legal y protección de datos
  • Política de cookies
¿Tienes una noticia que contar? Envía un correo a contacto@migijon.com

© 2024 miGijón - tu diario digital gratuito por Personas Comunicación.

No Result
View All Result
  • FIDMA 2025
  • Actualidad
    • Mis vecinos
    • Política
    • Entrevistas
    • Gente
    • Igualdad
    • Cooperación
    • Antroxu
    • Fitur 2025
    • Mundo Animal
      • #Adóptame
  • Sucesos
  • miAsturias
    • Oviedo
    • Avilés
    • Mieres
    • Langreo
  • miGijón sub18
    • Canchas y Aulas
  • Gijón Congresos y Reuniones
  • Descubriendo Asturias
  • Deportes
    • Promesas asturianas
    • Olimpismo Astur
    • Grupo Covadonga
    • Sporting Classics
  • CanalGastro
  • Mi Comercio
  • Opinión
    • David Alonso
    • Agustín Palacio
    • Alberto Ferrao
    • Eduardo Infante
    • Bernardo Solís
    • Monchi Álvarez
    • Nacho Poncela
    • Anabel Santiago
    • A. Damián Fernández
    • Luis Antonio Alías
    • Ana Martínez
    • Andrés Treceño
    • Tribunas
    • Cartas de los lectores
  • Gijón Impulsa
  • Planes

© 2024 miGijón - tu diario digital gratuito por Personas Comunicación.