Las primeras investigaciones apuntan a que el animal habría estado siguiendo un rastro durante el período de celo, resbaló y cayó desde gran altura; no hay indicios que apunten a la intervención de humanos, aunque las autoridades aconsejan «extremar las precauciones»

Jueves trágico en las montañas asturianas. Tal como han confirmado desde la Consejería de Medio Rural y Política Agraria, en la mañana de ayer un ejemplar sin vida de oso pardo (especie, recordemos, en estado de especial protección) fue hallado en el concejo de Cangas del Narcea; concretamente, en una zona escarpada conocida como la Penona de Xalón (la Peñona de Jalón). Por el momento, se descarta cualquier tipo de injerencia humana en la muerte del animal, y se achaca el suceso a una caída accidental que le causó lesiones fatales. Los restos mortales han sido trasladados al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Sobrescobio, donde se practicará la pertinente necropsia.
Siempre según las mismas fuentes, fue un ciudadano particular quien dio aviso a las autoridades, al localizar el cadáver del úrsido. De inmediato se desplazaron al escenario agentes medioambientales del Principado, apoyados por miembros de la Patrulla Oso y por personal de la guardería de la zona de Fuentes del Narcea, que se valieron de un dron para acotar desde el aire la localización exacta del cuerpo. No obstante, nada se pudo hacer por él, salvo concretar que se habría precipitado de manera accidental por una ladera en un entorno húmedo y resbaladizo, posiblemente siguiendo un rastro durante el período de celo.
Pese a la ausencia de influencia del hombre en el incidente, desde la Consejería insisten en la necesidad de «extremar la precaución» en los entornos naturales, y «no interferir» en la dinámica de la fauna salvaje, a fin de preservar tanto la seguridad como la conservación de esta especie protegida.