El ‘bypass’ para sortear el ‘argayo’, ya completado, se extiende a lo largo de 270 metros, y cuenta con dos carriles en dirección a León y uno hacia Asturias; el conjunto se ha reforzado con una malla dinámica, para prevenir desprendimientos
Ayer solamente era objetivo a alcanzar; muy plausible, casi seguro pero aún dudoso. Hoy, sin embargo, es ya una certeza, o poco menos que eso. Tal como el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha confirmado, a través de la Delegación del Gobierno en el Principado, los trabajos para completar el ‘bypass’ en torno al ‘argayo’ que bloqueó la autopista del Huerna hace diecisiete días han finalizado, y la arteria, a falta de contratiempos graves que lo impidan, volverá a estar en servicio a partir de las ocho de la tarde de este miércoles. Lo hará cumpliendo con el formato anunciado hace más de una semana por el Ejecutivo nacional: dos carriles de ascenso hacia León, y un tercero que permitirá llegar hasta Asturias. Y, un detalle fundamental, reforzando al máximo las medidas de seguridad para minimizar las posibilidades de que un suceso como el del pasado 10 de noviembre pueda repetirse.
Bajando al detalle, el desvío en cuestión, que bordea la masa de rocas aún presente, se prolonga a lo largo de una longitud de 270 metros, con los dos sentidos de circulación separados entre sí por una barrera rígida de hormigón ‘tipo New Jersey’, formada por grandes divisores portátiles de dicho material encajados como si de los vagones de un tren se tratasen. En cuanto a los tres carriles, cuentan con una anchura mayor de lo normal, de unos cuatro metros cada uno, para permitir el paso de las máquinas quitanieves en un momento del año en que las nevadas invernales ya se dibujan en el horizonte. Por lo que respecta a la seguridad, en ambos márgenes se han instalado barreras metálicas tipo bionda, dotadas de captafaros (dispositivos luminosos de pequeño tamaño para señalar a los conductores el trazado correcto) de alta visibilidad para el balizamiento. Finalmente, se han colocado cien metros barrera dinámica de ocho metros de altura, el modelo de su clase más grande existente en España, capaz de resistir una energía de hasta 9.000 kilojulios.
«El objetivo de esa barrera es proteger a los vehículos y el desvío ante posibles desprendimientos durante los trabajos de retirada de los materiales», explican fuentes de la Delegación del Gobierno. Las mismas que destacan que, para poder encajar los tres carriles del ‘bypass’, más la barrera dinámica y su resguardo de trabajo, se ha tenido que realizar un desmonte en roca, que ha requerido el empleo de explosivos y medios mecánicos, en forma de maquinaria pesada de obra. Con todo, recuerdan que los trabajos para habilitar el desvío temporal y resolver el desprendimiento «los está llevando a cabo la concesionaria de la autopista, en el marco de sus competencias»; esto es, la empresa Autopista Concesionaria Astur-Leonesa, SA (AUCALSA), que en todo momento a trabajado codo a codo con las Administraciones. Por su parte, el Ejecutivo nacional recalca que la responsabilidad del Ministerio se ciñe a «inspeccionar y velar por que los trabajos se hagan correctamente».