Los dos partidos en la oposición cierran filas a favor de una propuesta que, opinan, requeriría el desembolso de 1,5 millones, una cuantía «asumible» para las arcas municipales; de lograrse, abogan por dedicar el espacio al deporte base

Junio de 2017 fue un mes triste para el deporte local. Veintiocho después de haber iniciado su andadura, el Club de Fútbol Puerto de Gijón anunciaba su inevitable disolución después de que Puertos del Estado obligase a la Autoridad Portuaria de la ciudad a poner a la venta los terrenos en los que el equipo en cuestión entrenaba, situados a orillas de la calle Francisco Eiriz, en Jove, y que eran de su propiedad. Claro, que, como la Historia es caprichosa, el club desapareció, cierto, pero la transacción esperada en Madrid no se llegó a materializar. Y ahora, casi una década más tarde, los Grupos Municipales de Izquierda Unida (IU) y de Podemos abogan por, del alguna manera, revertir aquel hecho. ¿Cómo? Instando al Gobierno gijonés a que adquiera dichos terrenos y los destine al fomento del deporte base local, una propuesta que ambas formaciones llevarán al Pleno ordinario de septiembre.
Con la mirada puesta en que las parcelas en cuestión «no pasen a manos privadas para que se especulen con ellos«, los portavoces de IU, Javier Suárez Llana, y de Podemos, Olaya Suárez, han insistido esta mañana en que el desembolso de 1,5 millones de euros exigido por el Puerto resulta «asumible» para las arcas del Consistorio. Incluso sería factible, a juicio de ambas formaciones de izquierdas en la oposición, dedicar a la operación una parte de los dos millones reservados en el presupuesto para comprar los terrenos de Naval Gijón que aún son propiedad de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (PYMAR), la pieza que falta para completar el puzle urbanístico de ‘Naval Azul’. Además, el momento actual es idóneo, toda vez que ya se están preparando las cuentas de 2026; y, por si fuese poco, la ficha urbanística de esos terrenos permite que que se erijan en ellos viviendas de protección oficial. Aun así, la prioridad sería beneficiar al deporte base, de modo y manera que pase a ser «un derecho» en el barrio.