El socialismo, en el fondo, cree que la gente es tonta y por eso les parece bien confiscarnos todo lo que puedan de nuestros ingresos, para que el gobierno pueda “gastarlo bien”
En una reciente entrevista, el presidente del Principado, Adrián Barbón, dijo: “El PP tiene una oportunidad de echarnos una mano; se va a llevar nuevamente el objetivo de déficit al Senado. En el Senado, en el objetivo de déficit, se establecía como propuesta del gobierno, que fuera 0,1% (del PIB), en vez del superávit de 0,1% que era lo que se había enviado a Europa. ¿Eso que significa para Asturias? Para que los asturianos* sepan por qué o entiendan por qué yo le digo al PP que nos eche un cable a Asturias. Bueno, que se nos priva de € 60 millones. Es decir, si el PP se mantiene en la misma posición de bloquear el objetivo de déficit, entonces tenemos un problema porque son € 60 millones menos que vamos a poder disponer de ellos”. Puede verse el vídeo en la cuenta de X (anterior Twitter) del propio señor Barbón.
El párrafo merece ser destacado, porque es una excelente síntesis del pensamiento estatista que ha convertido a Asturias en la autonomía donde la economía y la demografía peor han evolucionado en los últimos años. Pensamiento estatista que es el responsable directo, por ejemplo, de la expulsión de nuestros jóvenes.
El primer error es confundir a Asturias con su gobierno. El “cable” que le pide Barbón al PP no es para “Asturias”; es simplemente porque le hace la vida más fácil al gobierno asturiano, es decir, al propio señor Barbón.
De ese mismo error de identificar a Asturias con su gobierno surge la trampa de decir “se nos priva”. ¿A quién se priva de gastar € 60 millones? Al gobierno asturiano, pero no a los asturianos. La verdad es exactamente la contraria a lo que dijo Barbón.
El gasto público hay que pagarlo con impuestos o con deuda pública, que son impuestos futuros. Si el gobierno gasta menos, es necesario cobrar menos impuestos. Entonces, esos € 60 millones de los que ojalá se vea privado el gobierno asturiano, son € 60 millones más en los bolsillos de los asturianos.
Pero todo estatista (y todo socialista, por definición, lo es) prefiere “disponer” él mismo de los recursos ajenos. Porque el socialismo lleva implícita la soberbia de creer que ellos saben mejor que la propia gente en qué le conviene gastar su propio dinero. El socialismo, en el fondo, cree que la gente es tonta y por eso les parece bien confiscarnos todo lo que puedan de nuestros ingresos, para que el gobierno pueda “gastarlo bien”.
Si tú tienes un salario de € 1.500 y te quitan € 200 de impuestos, tus opciones son unas. Pero si te quitan € 400 de impuestos, tus opciones se reducen y por lo tanto eres menos libre. De ahí que normalmente se cometa el error de creer que el gasto público y los impuestos para financiarlo sean un tema financiero. No: es, ante todo, un tema de libertad individual.
De la identificación tramposa entre Asturias y su gobierno, surge otro error: el de creer que es bueno que el gobierno gaste cada vez más. No lo es, porque implica una creciente carga tributaria (una menguante libertad). Barbón reclama € 60 millones extra, tras haber incrementado los gastos corrientes, desde que él es presidente, en unos € 730 millones. El gobierno del señor Barbón viene aumentando el gasto a razón de una media de € 120 millones anuales. Pero necesita € 60 más, porque el estatista siempre quiere más. Mientras el salario medio de Asturias ha subido un 14%, el gobierno de Barbón aumentó el gasto un 22%. Pero quiere € 60 millones más.
Ojalá que no los consiga y que aprenda a hacer lo mismo que hacen las familias: ajustar sus gastos a los recursos disponibles. Que el gobierno asturiano haga propia la frase que escuchamos desde que nacimos: “todo no se puede”.
* Estrictamente, el señor Barbón dijo “asturianos y asturianas”, pero eso es redundante, ineficiente y es hablar mal el idioma español, por eso omito el “y asturianas”, que obviamente están comprendidas en el “asturianos”.
Diego Barceló Larran es economista (@diebarcelo)