«Las personas que se quejan de la masificación en verano no se dan cuenta de que, de todos esos que vuelven, están muchos gijoneses que quieren disfrutar de la ciudad»
Veo con interés la intervención de Ángela Pumariega, vicealcaldesa y concejala de Economía, Empleo, Turismo e Innovación, en la presentación del informe ‘El Turismo en Gijón/Xixón’, con el avance de los datos de 2024. Acerca de la preocupación de los gijoneses por la sobremasificación que padece la ciudad en verano, la edil del PP responde con contundencia: «Los datos reales (…) demuestran que Gijón está muy lejos de sufrir ese problema». El número total de visitantes llegados a nuestra ciudad en 2023 es similar al que se registraba antes de la pandemia: 1.643.000 en total. 186.000 más que el año anterior, y sólo 44.000 más que en 2019. En cuanto a los que no duermen en Gijón, los que técnicamente se denominan excursionistas, fueron 532.000. Unos datos que son aún mejores en lo que va de 2024: 849.158 personas en el primer semestre, con un incremento del 18,4%
Pero… ¡Ojo! Hay un hecho que no admite contestación: aunque en Navidad Gijón vuelve a estar lleno, la ocupación de los hoteles es muy baja, alcanzando mínimos en enero (24%). ¿Por qué? Porque la mayor parte no son turistas, sino gijoneses que vienen a pasar esas fechas con su familia.
Ahí está la clave. Somos muchos los que nos hemos marchado fuera de nuestra ciudad, en gran medida porque no hemos encontrado trabajo en Gijón. Hay otros que se van para crecer profesionalmente, y eso está muy bien. Pero, desgraciadamente, la realidad es la primera que les he contado. A los compañeros de partido de aquel presidente del Principado que afirmó que eso de la gente que se va fuera a buscar trabajo era «una leyenda urbana» les invito a que hagan la siguiente prueba: llamen a RENFE un lunes para pedir un billete Madrid-Gijón el viernes y, ya de paso, que pidan la vuelta para el mismo domingo. La respuesta es un «No hay plazas» para ninguno de los dos trayectos. Si tienen suerte y coincide, la empresa les ofrecerá hacerlo en tres etapas: coger un tren de Madrid a Valladolid, bajarse y subirse a otro hasta León y, por último, engancharse a una línea León-Gijón en un regional (si tienen suerte, viajarán en un ALVIA, en el que irán algo más cómodo).
Además, no sería justo que un turista pague una tasa por dormir en Gijón, pero luego pase el día en La Espasa, Rodiles o Tapia, y que esos municipios no tengan ninguna contraprestación. Y añado… ¿Nos van a pedir el DNI asturiano? ¿Van a poner barreras esas villas como si fueran peajes de autovías? Ojo, Asturias es preciosa, pero no es la única comunidad autónoma que ofrece sus encantos a los viajeros. Bien pensado, no es una mala idea; si quieren que los turistas no vengan a nuestra tierra, impóngales una tasa, y cuanto más cara, mejor. Así no viene ni uno (¡qué éxito para nuestra boyante economía!).
Lo siento mucho, pero las personas que se quejan de la masificación en verano no se dan cuenta de que, de todos esos que vuelven, están muchos gijoneses que quieren disfrutar de la ciudad. Entre ellos, este humilde gacetillero que les escribe desde un pueblo de Guadalajara, cercano a Madrid, en donde vive con su pareja, porque en la capital los alquileres son prohibitivos. Y nos encanta volver a Gijón, pero el trabayu ye lo que tien: que la empresa dice cuándo tomar vacaciones. Por favor, no nos traten como a turistas, que un servidor nació en el antiguo Sanatorio del Carmen de la mano del fallecido doctor Guerra Asorey, cuyos cálculos estimaban que, solo en ese hospital (trabajaba también en Cabueñes y en la Cruz Roja) andaban por los 3.000 niños.
Cuando alguien dice que los turistas invaden la playa San Lorenzo (o cualquier otra; en Gijón será por arenales), ofenden (no dudo que con buena fe) a muchos que pasamos la infancia en la caseta de los padres de un amigo, vivimos la juventud con los colegas juntos en la escalera 12 (luego nos bañábamos en La Escalerona; ¡Cómo presta ese paseo de ida y vuelta por la orilla!), y seguimos procurando pasar unos días en verano disfrutando de la playa hasta cuando llueve. Repito: no somos foriatos, sino gijoneses como ustedes, de nación o de pación.
Por no aburrirles, seguiremos la próxima semana con otros asuntos que merecen un análisis detallado: El dinero que deja el turismo en Gijón, las despedidas de los que se van a casar (me niego a usar la expresión ‘solteros/as’) y la gestión de los pisos turísticos, entre otros temas. Si tienen la gentileza de haberme leído hasta, aquí, muchas gracias. Les espero.