En España, se estima que entre el 1 y el 2% de la población es celiaca, aunque el 80% de estas personas aún no tienen un diagnóstico
En España, se estima que entre el 1 y 2% de la población es celiaca, lo que supone que entre medio millón y un millón de personas conviven en nuestro país con esta enfermedad, les haya sido o no diagnosticada. Y es que el infradiagnóstico es precisamente uno de los rasgos que definen a una enfermedad que, aunque popular en los últimos años, en muchas ocasiones se rodea de falsos mitos y falta de información.
Bien lo saben bien en ACEPA (Asociación de Celiacos del Principado de Asturias), cuya presidenta Elena Díaz acudió este sábado a la IX Jornada Celiaca. Estuvo acompañada de Álvaro Manzanos, presidente de ACERI (Asociación Celiaca de La Rioja) y vicepresidente de FACE (Federación de Asociaciones de Celiacos de España); María Ayuso, nutricionista de ACEPA y Antonio Corripio, vocal del comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Gijón. Fue él quien abrió la jornada recordando las cifras tras una asociación que representa a los celiacos asturianos, con 400 asociados, dando paso a la presidenta de ACEPA, que agradeció el apoyo de la Cámara durante estos nueve años de presencia de la asociación en FIDMA.
“En la celiaquía, el propio cuerpo se defiende contra las partículas de gluten, por ello está catalogada como una enfermedad autoinmune. El único tratamiento que hay ahora mismo es una dieta sin gluten de por vida”, explicó durante su intervención la nutricionista María Ayuso, quien quiso tumbar uno de los mitos más extendidos de la enfermedad, los “grados” de celiaquía. “No existen grados en la celiaquía. Estos grados, que a veces llevan a la confusión, se refieren a que, cuando nos dan el resultado de la biopsia se hace referencia al daño intestinal como grado 1, grado 2… pero son grados que se refieren el daño intestinal que la persona tiene en ese momento, no al grado de la enfermedad”. Otra de las falsas creencias más extendidas es la de que un alimento libre de gluten es, automáticamente, un alimento más sano, algo que la nutricionista también ha querido desmentir: “Hay muchos alimentos que son sin gluten y de todas formas no son saludables”.
Las trazas, las grandes olvidadas de la enfermedad celiaca
Más allá de consumir alimentos sin gluten, las personas celiacas también deben tener cuidado con las trazas, que no son más que los restos de alimentos que puedan quedar al manipular un alimento con gluten y luego otro sin gluten. Ejemplos de ellos, citados por la nutricionista, son electrodomésticos como el horno o la tostadora, ya que no bastaría con introducir en el horno una pizza sin gluten, sino que si previamente este horno ha sido utilizado para hornear un alimento con gluten, automáticamente la pizza quedaría contaminada para los celiacos. Un cuidado extensible a restaurantes y viajes, que condicionan también el día a día de las personas afectadas por esta enfermedad. “Queda mucho por caminar, pero quienes son celiacos saben que se ha avanzado mucho en los últimos años, algo que no habría sido posible sin las asociaciones”, zanjaba Álvaro Manzanos, vicepresidente de FACE.