A la espera de saber los porqués de Ana Puerto, está claro que el pedigrí de Floro está más que certificado
Ana González no seguirá de alcaldesa y, casi sobre la campana, el PSOE tendrá dos candidatos para intentar seguir al frente de la ciudad. Es el resumen bruto de un proceso que ha sido tenso y por momentos desagradable, que cierra su primera etapa con dos nombres poco esperados. El último se sumó a media mañana de cerrarse el lunes el plazo de precandidatos y la firma corresponde a Ana Puerto, abogada gijonesa que fue directora del Área de Igualdad y Juventud en el Ayuntamiento de Gijón en el mandato de Paz Fernández Felgueroso, además de ser persona de confianza de María Luisa Carcedo. Competirá, si ambos logran los avales necesarios, con Luis Manuel Flórez “Floro”, el primero que dio el paso con el empuje de la ejecutiva local.
No sé lo qué pasará y qué decidirán los militantes, pero está claro que a un candidato/a a una alcaldía, más allá de sus conocimientos y formación, debe tener un pasaporte social conocido y reconocido. Y en ese sentido, y a la espera de saber los porqués de Ana Puerto, está claro que el pedigrí de Floro está más que certificado.
No lo digo yo, sino los que le conocen y han trabajado con él desde que hace más de treinta años, cuando puso en marcha ‘Proyecto Hombre’. Como muestra, les resumo el perfil realizado por uno de sus más estrechos colaboradores, por si no tienen claro quién es Floro.
“Floro es una de esas personas como dice el poema de Bertolt Brecht: «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles», no se me ocurre una mejor manera de expresarlo.
Durante 28 años ha sido mi jefe y siempre ha sido mi amigo. Su gusto por la música, las canciones de cantautor como Atahualpa Yupanqui, Víctor y de ese estilo nos han unido más. Hemos hecho, y continuamos haciendo un dúo habitual en los acontecimientos que tienen que ver con la parroquia de Tremañes.
Lo considero un hombre sabio, pues su talante y su talento son de cordialidad, siempre constructivo, con una empatía desbordante que le lleva, no solo a ser correcto en el trato con los demás, sino a hacer a las personas sentirse a gusto y preocuparse sinceramente por ellas.
Hombre de equipo, sabiendo delegar y haciéndote responsable de un proyecto ilusionante, recuerdo que siendo yo muy joven, recién salido de la carrera de Informática, me decía, «yo de esto (de informática allá por el 92) lo que tú digas, Julio» y yo me quedaba con gusto tardes y noches construyendo la red informática con cable coaxial, configurando los equipos que teníamos, dando clases a terapeutas y personal de oficina, pues te sentías partícipe del proyecto que realizábamos, no eras alguien contratado para hacer algo, no, eras parte de ello.
Ya en la primera entrevista de trabajo te explicaba: «Bueno Julio, esto no es que tú trabajes y tengas un sueldo, esto es que por la labor que haces y el tiempo que dedicas recibes un dinero, como si fueras voluntario que dedicas mucho tiempo», es decir, te involucraba en el espíritu del voluntariado para tu trabajo y no una profesión más.
Se involucra hasta el fondo en los temas que le interesan y no da batalla por perdida. Lector de cómic y muchas más cosas. Bromista de los de agárrate. Rápido en el humor. Una gran personalidad y confianza que le hacen poder reírse de sí mismo sin complejos. Teatral y divertido. Eso sí, cuidado con los discursos, porque dice bien las cosas y a veces no sabe cómo acabarlas, vamos, que le gusta hablar”.
Lo dicen quienes le conocen bien. Veremos qué dicen las urnas del PSOE.
Por sus obras los conocerás…!