Aunque su mujer y su hija, que viajaban a bordo, resultaron ilesas, nada se pudo hacer por salvar la vida del hombre, pese al rápido despliegue de los equipos de emergencias
Ha sido un sábado trágico en las carreteras de Peñamellera Alta. Ya fuese por efecto de la lluvia combinada con la debilidad del terreno, ya por puro y simple azar, a primera hora de la tarde un desprendimiento en la AS-114, en las inmediaciones de la población de Trescañes, acababa con la vida del conductor de un turismo, aplastado bajo las rocas y por cuya vida nada se pudo hacer. Su mujer y su hija, que viajaban a bordo del vehículo, resultaron ilesas, aunque tuvieron que ser trasladadas a dependencias hospitalarias, afectadas por sendas crisis nerviosas.
Según informó la propia Guardia Civil, el aviso se recibió a las 14 horas; en él se indicaba de la caída de una piedra en la carretera en cuestión, a la altura del kilómetro 38,500. Al lugar se desplazaron de inmediato varias patrullas del Destacamento de Tráfico de la Benemérita, con base en Ribadesella, reforzadas por una patrulla de Seguridad Ciudadana procedente del puesto de Carreña. Sin embargo, nada de eso sirvió; a las 15.15 horas el médico de la ambulancia certificaba el fallecimiento del conductor y, poco después, se procedía a la retirada del cadáver.