Gijón abre hoy, y hasta el 31 de mayo, la principal playa de la ciudad para uso y disfrute de los canes
El uno de octubre es el día, no oficial, de los perros en Gijón. El final de la temporada de baño abre el arenal de San Lorenzo a los canes, que llevan meses tirando de las correas de sus amos cuando pasean por el Muro para bajar a una playa que lleva cerrada para ellos desde el 1 de junio.
“Fastidia porque el verano se hace largo”, cuentan Marta y Adri, dueños de Milka, una labradora chocolate que pasa más tiempo en el agua que en la arena. “La playa de perros del Rinconín no es comparable, no socializan igual”, afirman.
El espacio, abierto para los peludos hasta la escalera 8, es hoy un hervidero de perros y dueños que, además, celebran el buen tiempo de este primero de octubre. Ya había ganas. “Lo teníamos marcado en el calendario, venimos casi a diario”, confiesan Cristina y Llara, dueñas de Brus.
No son los primeros visitantes. Según Alejandro, dueño de Rambo, “conozco a gente que vino ya ayer a las doce de la noche”. Él, como casi todos los dueños, solo suelen acudir al arenal principal de San Lorenzo. “La del Rinconín es demasiado pequeña y cuando sube la marea no queda nada”.
Para los dueños de Roscón, Jonatan y Lorena, tener ya la oportunidad de bajar a la arena, es una bendición. “Venimos todos los fines de semana. En el resto de playas de Asturias te limitan mucho”, señalan.