Miles de gijoneses y visitantes abarrotaron la ciudad para seguir desde diferentes puntos, desde la playa San Lorenzo a El Muelle o Los Pericones, la gran noche pirotécnica de la Semana Grande, que hoy llega a su fin oficialmente con el emotivo recuerdo a la emigración y la tradicional serie de detonaciones, aunque la fiesta no para

Gijón ebulle. La ciudad se abarrotó anoche de gente para vivir la gran cita de la Semana Grande, la Noche de los Fuegos, preludio de la despedida oficial de las fiestas, que se prevé también multitudinaria en una playa de San Lorenzo que espera una gran afluencia de bañistas en la jornada anunciada como la más calurosa del verano. Será a las 14 horas de hoy cuando gijoneses y visitantes bailarán enlazados a un mismo compás para recordar a los muchos asturianos, familiares y amigos, que tuvieron que hacer las maletas y emigrar ‘al otru llau de la mar’ y a otros confines del planeta a ganarse la vida. El himno de Asturias y el ‘Gijón del alma’ darán paso a continuación al Restallón, que pone final de manera oficial a la Semana Grande, aunque la ‘folixa’ continúa y hoy se podrá disfrutar de las canciones de Rosario en Poniente (22 horas) y otras muchas actividades a lo largo del fin de semana.
No defraudaron ayer los fuegos artificiales, 23 minutos de pólvora que encendieron el cielo gijonés. Pirotecnia Zaragozona volvía a ser responsable de un espectáculo que empezó intenso, para después reposar con bellas y coloridas figuras, y finalizar con un tramo de tres minutos, y su correspondiente traca, de los más intensos y sonoros de las que se recuerdan en la bahía gijonesa. En total se quemaron 1.600 kilos de material pirotécnico en el cerro de Santa Catalina, sucediéndose cincuenta secuencias sincronizadas que se pudieron presenciar desde diferentes puntos del concejo, aunque la playa de San Lorenzo, El Muelle y Poniente fueron los más concurridos.