La cría de oso pardo cantábrico recogida el pasado abril en Proaza ha sido trasladada al recinto para su posterior reintroducción en el medio natural

El pasado 4 de abril, las autoridades recogieron a una cría de oso pardo cantábrico que vagaba sola en la Cubia-Proaza. La osa posteriormente fue bautizada bajo el nombre de Cova. La principal hipótesis que se barajó ante la situación fue que la osezna cayese por accidente desde su osera a través del monte y terminase en la carretera AS-311, al ser una zona escarpada de difícil acceso que normalmente no es frecuentada por este tipo de animales. Al día siguiente, la cría fue trasladada al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria, en Villaescusa, permaneciendo allí hasta alcanzar los 20 kilos y mejorar su estado de salud, mediante una rutina de enriquecimiento ambiental y de hospitalización en aislamiento total. Todo ello bajo videovigilancia, con el objetivo de fomentar las actitudes normales del esbardo y evitar su habituación a las personas.
Tras cuatro meses en el centro mencionado, la osezna ha sido trasladada al recinto de aclimatación de osos pardos de Valsemana, lo que facilitará la adaptación del animal al medio natural de forma previa a su reintroducción. Con Cova son cuatro ya los oseznos que han utilizado estas instalaciones de aclimatación desde el año 2019, cuando se adecuaron estos recintos para poder albergar en semilibertad ejemplares de oso pardo en una fase previa a su liberación.