Según el colectivo, acarrearía un gasto de dinero y recursos para apenas ganar unos cientos de metros de espacio peatonal
Foro presentaba hace pocos días en Gijón su plan para el Muro. Con las arquitectas de Komorebi, Beatriz y Clara Fernández al frente, el partido propone el soterramiento del tráfico en “una de las entradas más importantes de la ciudad” que se complementaría con un parking de 500 plazas entre Eladio Carreño y la rotonda de la avenida de Castilla.
Una propuesta que no ha gustado al colectivo “Un muro para las personas”, que, a través de una nota de prensa la califican de “particularmente obscena”, ya que según la organización, defensora de la peatonalización del Muro, Foro plantearía en la medida “semejante e irreal gasto de dinero y recursos, para apenas ganar unos cientos de metros de espacio peatonal y un aparcamiento privado”. Así, señalan que “esa vieja propuesta” no tiene nada que ver con un ‘Un muro para las personas’, “como afirma la ex-alcaldesa, Carmen Moriyón”, sino que “tiene pinta de ser más #unnegocieteparaalgunaspersonas. Un canto de sirena electoral para la bancada vinagre, que añora un Gijón que ya no será, al calor de la experiencia reciente del resto de ciudades españolas y europeas”.
Así, en la nota de prensa remitida a la prensa, Un muro para las personas sí valora “enormemente” que algunos partidos de la ciudad lleven en sus programas “de manera más o menos intensa”, que el muro es un espacio de uso y disfrute de los gijoneses.
En cuanto a la parte económica que acarrerían los proyectos, destacan que, “como ciudadanía preocupada por la falta de espacio público saludable y seguro, pero que también cuida y valora que el Ayuntamiento no se comprometa con gastos absurdos, no entendemos cuál es el contenido innovador de todas estas viejas/nuevas propuestas que no dejan de darle vueltas a una intervención temporal que ya funcionaba y que nos permitía disfrutar de ese espacio recuperado tal y como estaba. Aun incluyendo la necesaria modificación del plan especial y las caprichosas reformas al calor de las sentencias interesadas, el “Cascayu” supone un presupuesto ridículo para cualquiera de las arcas municipales, comparado con cualquier otra obra pública habitual”, explican.
Y añaden que, una ciudad que pretenda ser saludable, abierta y moderna, no puede seguir anteponiendo por defecto, solo los intereses de quien se mueve en vehículo motorizado particular, “por encima del derecho a la salud pública y el bienestar
Tienen razón.
Para ello que mejor que no se le vote.
Pero es una reforma del muro lamentable.
Fuera coches del muro ya de una vez.