En la mañana de Navidad el oso luminoso que decora el Polígono de Pumarín amaneció con daños en las estacas que sirven para exponer los dibujos hechos por los niños; desde la Asociación Vecinal ‘Evaristo San Miguel’ llaman al «civismo» y al «respeto»
Pues sí… Está confirmado: ‘Poligosín‘ desata pasiones, cautiva corazones, enciende ilusiones… Pero también se ha granjeado algunos enemigos. Y persistentes, además. Una semana después del acto vandálico que echó por tierra, literalmente, el cierre perimetral que lo rodea, el gigantesco oso luminoso que es sinónimo e imagen de estas fiestas en el Polígono de Pumarín amanecía este miércoles, día de Navidad, luciendo nuevos desperfectos. Actuando al amparo de la oscuridad nocturna, alguna persona, o personas, la emprendieron con las cuatro estacas que sirven de soporte para los dibujos de la figura hechos por los niños del barrio, desmontándolas, rompiéndolas y dejando las obras pictóricas infantiles esparcidas por el suelo. Un ataque injustificado, otro más en una lista cada vez más larga, que, sin embargo, sigue sin ensombrecer la ilusión y el buen espíritu que embarga a los lugareños.
«A nosotros esto no nos va a parar«, afirma, decidido, Manuel Cañete, presidente de la Asociación Vecinal ‘Evaristo San Miguel’. Fue él, de hecho, quien, en la mañana de ayer, se encontró el resultado de un asalto que, afirma, «se ve a las claras que ha sido hecho adrede; eran palos distintos, para colgar los más de doscientos dibujos, y lo dejaron todo tirado». Eso sí, la reacción no se hizo esperar. Ni cortos, ni perezosos, los habitantes del Polígono recolocaron las estacas y las ilustraciones como mejor pudieron, devolviendo a ‘Poligosín’ todo su esplendor… O la mayor parte de él, al menos. Todo ello, mientras las palabras «respeto» y «civismo» sonaban en más de una boca. «Por lo visto, a alguien no le gusta nuestro oso«, se sonríe el líder vecinal, aunque, de momento, «no sabemos quién ha podido ser», una de las razones por las que no se han animado a denunciarlo ante la Policía Local.
En todo caso, ni Cañete, ni sus representados van a permitir que algo así les amargue las celebraciones navideñas. Y para muestra, un botón: este mismo sábado, a partir de las 20 horas, la Asociación ‘Evaristo San Miguel’ cerrará su programa festivo con la esperada fiesta de despedida del año ‘Campana y se acabó’, una Nochevieja prematura en la que los niños, precisamente, desempeñarán un rol preponderante, y que incluirá, cómo no, la presencia del Cartero Real para recoger las misivas dirigidas a Sus Majestades de Oriente.