El grupo de hosteleros que participa en el evento aplauden la buena acogida de clientes: «Damos buena imagen de ciudad y la gente está encantada»
A Miguel Sánchez Manzano le cuesta parar de tomar pedidos y separarse de la caja más de diez segundos seguidos. Este periódico busca hablar con él sobre su experiencia al frente de la caseta que el restaurante Gloria tiene en Paseo Gastro, la nueva iniciativa del Ayuntamiento para ambientar el paseo de Begoña en las tardes de Semana Grande en la ciudad, pero la cola de personas hambrientas de tapas con sabor a estrella Michelín ponen la tarea difícil para el que es hijo de la chef Esther Manzano y sobrino de Nacho Manzano. Entretanto, el equipo dentro de la pequeña pero resolutiva caseta del local gijonés se mueve ágil y con coordinación para que todo esté a punto a la hora de comer: gambas con aromáticos, preparar las burgers, freír croquetas… Una concentración que los hosteleros han tenido que exigirse en las últimas jornadas ya que como expresa Miguel, «la cantidad de gente que estamos teniendo era difícil de prever».
En su caso, el sello ‘Manzano’ está dando a su caseta la clave de éxito, ya que «mucha gente se queda muy sorprendida con poder disfrutar de la comida de Nacho y Esther aquí» y se animan a probar sus tapas, incluso algún rezagado que «si no tiene mesa en el restaurante, viene a la terraza de Begoña». Un buen maridaje con la música en directo que ambienta las tardes y noches en el gran espacio de tapas y por el que los visitantes «terminan pegándose» para conseguir mesa.
Desde el ‘king’ de las hamburguesas en la terraza gastronómica, Arde Lucus, también confiesan estar a «tope tope tope» como exclama su responsable, Pablo Sejías. El hostelero sonríe satisfecho al explicar que están siendo unos días de trabajo «muy buenos, con muchísima gente y acabando todo prácticamente todos los días». Tal es así que la previsión de productos se quedó corta y en la caseta de burgers han tenido que hacerse con «muchos muchos» kilos de carne adicional para hacer frente a la meteórica demanda del tardeo que se divide a partes iguales entre turistas y «caras conocidas». ¿Pensar en un favorito entre los clientes de la carta? No le queda otro remedio que confesar que «todo» está siendo un éxito, aunque añade que «con los tequeños de Nutella la gente está flipando».
Al otro lado de la calle, Saudi Armijos, Lucía Fernández y Laura Ramos todavía están con el principal. El grupo de amigas de Gijón vino a darse un homenaje a Paseo Gastro después de haber tenido que observar «el ambientazo» desde la distancia en sus idas y venidas del trabajo a casa esta semana. La cata de la hamburguesa de Angus, pan brioche, cheddar, cebolla y beicon de la Vaca Asustada que han elegido parece no haber defraudado. «Conocemos algunos de los locales en las casetas, está en una zona céntrica y la comida está muy bien», comenta Ramos. Las tres tienen en cuenta un tercer gran beneficiado de este tipo de eventos junto al turista y el gijonés en general, y son los jóvenes de la ciudad. «Son iniciativas que dan mucha vida y con los que la juventud se anima mucho, a veces no se asocia que una persona joven se dé el gusto de pagar por comer bien, unas tapas de calidad y en un buen ambiente».
Rosario y Jhon Gonzales llegaron a Begoña casi por casualidad, guiados por el olor «tan rico» de lo que allí se cocina. Los familiares venidos de Colombia no sabían que se celebraba esta iniciativa gastronómica en pleno centro de Gijón, pero ávidos de probar aplauden «la variedad tan amplia» de las cartas que están hojeando. «Hay streetfood, asiática, mexicano, mediterráneo… Está muy bien», elogia él. A falta de decidir menú, lo que sí tienen claro es que van a hacerse con una mesa «cuanto antes».
Cerca del quiosco de la música y con el dj a punto de empezar su sesión, Ana Llaneza le da el primer sorbo a su cerveza en compañía de su pareja y amigos. Mira a su alrededor y le gusta lo que ve, al no notar «mucha masificación» a pesar del gran tránsito de paseantes y unas casetas «cuidadas» en cuanto a estética y orden. Esta vecina de Oviedo, al igual que sus amigos cántabros de visita en Asturias, se alegran de que una oferta gastronómica con estas características se haya organizado para las fiestas de Gijón y encuentran «mucho encanto» en la ubicación. A la carbayona le resulta inevitable la comparativa con las casetas de su Oviedo natal por San Mateo y viendo el rodaje que estas tienen, vaticina un «éxito seguro» a las gijonesas.
En este sentido, desde el puesto de Kausa Taberna ya piensan en «repetir». «Nos gustaría que se hiciera más veces, estamos encantados, es muy buena oportunidad para cualquier hostelero de la ciudad y se ve muy contentos a los clientes», argumenta el cocinero Juan Mateos. Entre las reservas en el restaurante y la sorpresa que ha resultado ser Paseo Gastro, la Semana Grande está suponiendo para el equipo «un desafío de los buenos».
Una ensaladilla rusa de El Borne preside la mesa ante la que se encuentran Corín Castro, Javier Barreiro y compañía. Gijón ha acabado juntando al grupo de amigos procedentes de Madrid, Badajoz y Barcelona que disfruta su primer día de tapeo en Begoña. Castro sabe bien como gijonesa que «lo de Gijón este año está siendo una locura» en la que «encontrar un sitio libre en las terrazas del centro resulta imposible». Por ello están de acuerdo en que «está bien que esta terraza diversifica un poco la demanda que hay» y «ayuda a descongestionar un poco zonas más a tope como Cimavilla o el puerto», además de ser una «buena fórmula para impulsar a los negocios de aquí».
El gerente de la caseta que gestiona en Begoña el Café San Pedro, Rubén Suárez, coincide con lo dicho por el grupo de comensales y lo resume en que «está siendo un evento bueno para todos y con el que damos buena imagen de ciudad y buen servicio».