Diseñado para quienes buscan una solución urbana sostenible de alta calidad que tenga un toque exclusivo, la última apuesta de la automovilística francesa ya ha llegado a España; también a Gijón, de la mano de Norte Motor

Como ocurre en tantos otros ámbitos de esta vida, el mundo de los aficionados al motor puede dividirse en dos grandes grupos: el de aquellas personas firmemente apegadas a la tradición, por un lado, y el de quienes abren sus brazos a cualquier nueva muestra de innovación, por otro. Se trata, eso sí, de dos facetas no necesariamente antagónicas; es más, en ciertos casos es posible que esos dos polos se conecten en algún punto concreto. Y Alpine acaba de proporcionar uno de ellos. La compañía automovilística francesa, integrada en el Grupo Renault, ha desembarcado en España el A290, su última y más ambiciosa apuesta en el terreno de los coches eléctricos utilitarios. Un vehículo que combina algunas de las soluciones tecnológicas del momento con detalles estéticos del venerable R5 de Renault, concebido para aquellos conductores seducidos por una opción urbana sostenible de alta calidad y con un toque exclusivo, y que ya puede obtenerse bajo pedido en todos los concesionarios nacionales de la red. También en Gijón.
«Se podría decir que es un R5 modernizado y con esteroides«, comentaban, orgulloso, los responsables de Norte Motor, el concesionario gijonés en el que, la pasada semana, se presentó oficialmente la nueva criatura de Alpine. Y lo cierto es que, si se atiende a los detalles mecánicos y estéticos, la ocurrencia no carece de sentido… Detalles como el diseño en cruz de los faros, las aletas traseras, la decoración escaqueada interior del techo, los acabados del salpicadero, las cinco plazas o un no-sé-qué general en su apariencia recuerdan, efectivamente, a la exitosa criatura sobre ruedas de Renault, pero las similitudes con el R5 terminan ahí. El corazón del A290, su motor 100% eléctrico, es un músculo capaz de dar entre 180 y 220 caballos de potencia, dependiendo de la versión, y de aportar una autonomía de 395 kilómetros a pleno rendimiento y totalmente cargado. De alimentarlo se encarga una batería estanca de 52 kilovatios (kW) integrada en el bastidor, dividida en celdas y, a su vez, en módulos, un recurso que facilita la reparación específica de aquellos segmentos que puedan sufrir deterioro, en lugar de tener que reemplazar la batería entera.
Por supuesto, los detalles funcionales del último vástago de Alpine no terminan en la motorización. El bloque dispone de una tecla overboost que, al activarse, permite regenerar parte de la carga de la batería por medio de un inversor; se activa, así, el sistema one pedal, que hace innecesario una presión constante del acelerador en entornos urbanos. Otros detalles del A290 incluyen una bomba autónoma que aprovecha el calor residual para calentar el habitáculo, control de presión de los neumáticos, espejos calefactados, arranque sin necesidad de llave y alerta de distancia de seguridad en caso de detección de peatones y ciclistas, con frenada de emergencia asistida incluida. Por supuesto, el coche puede ser geolocalizado permanentemente, y cuenta con botón de emergencias para contactar directamente con el servicio 112 en caso de accidente. Su maletero es espacioso y, oculto bajo su fondo, esconde el kit de reparación de averías básicas y, por descontado, la rueda de repuesto. Todo ello, con un peso en conjunto que no llega a 1.600 kilos.
Mención aparte merece la recarga del A290, y aquí, como sucede en todos los coches eléctricos, las posibilidades y prestaciones varían en función de la modalidad elegida para ello. Así, si se utiliza el cable de Modo 3, el de carga rápida, la batería se llenaría en cualquier electrolinera a una potencia de 7,4 kW. Ese total descendería sensiblemente si se optase por el cable de Modo 2, concebido para uso ocasional, en cuyo caso, valiéndose de un enchufe doméstico, se vería limitado a 2,1 kW, que subiría hasta 3,2 si se instalase una toma de tierra. En ese sentido, el fabricante recomienda encarecidamente dotar la toma domiciliaria de un balanceador de potencia; de ese modo sería posible aprovechar la energía residual de la vivienda para cargar el coche, minimizando el gasto económico y haciendo el proceso más sostenible. Y otro detalle importante: a fin de multiplicar la eficiencia, el A290 cuenta con la posibilidad, a gusto del usuario, de que la recarga no comience hasta que la batería descienda por debajo del 20%, y de que se detenga una vez esté completa al 80%.
«Alpine siempre quiere transmitir esa relación entre la alta calidad de los acabados, la de los equipamiento y, por supuesto, la de la dinámica del vehículo«, inciden desde Norte Motor. Tres elementos capitales a la hora de concebir este producto exclusivo, al alcance del interesado a un precio base, sin ayudas o subvenciones, de 38.700 euros, en el caso de la versión más asequible. Eso sí, quien se anime a dar el paso deberá disponer de cierto grade paciencia… El A290 es un coche complejo, «de fabricación casi artesanal«, por lo que, desde el momento en que se curse el pedido, habrá que aguardar entre dos y tres meses hasta que el vehículo resultante abandone la factoría de Alpine, situada en la localidad francesa de Dieppe, y llegue a manos del comprador. Ahora bien, poco es si se considera que este modelo ha sido reconocido como Coche del Año 2025 en Europa. Y en la compañía aseguran que la espera merece la pena. «Este coche tiene un buen paso por curvas, estabilidad, frenada… Y, además, es eléctrico, espacioso, cómodo y único. ¿Qué más se le puede pedir?«.