El esperado descenso de las temperaturas y las lluvias que podrían caer durante la jornada insuflan ánimo a los profesionales autonómicos y locales, de las BRIF, de la UME y de las empresas privadas que siguen combatiendo los focos en la región

«¿Cuándo acabará esto?». Esa es la pregunta que, desde hace días, se hacen los cientos de personas, profesionales o no, enfrascadas en plantar cara a los incendios forestales que arden en distintos puntos de Asturias. Incendios, por cierto, que al término de la jornada de ayer domingo habían vuelto a ser catorce, después de que a la docena registrada a media mañana se sumasen dos más, volviendo al preocupante total del sábado. No obstante, si bien es imposible precisar en qué momento terminará el drama en curso, sí podría haber cierta esperanza… En forma del descenso de las temperaturas y de las posibles lluvias que, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se darán durante este lunes. Un cambio ocurrido gracias a la entrada de una corriente de aire atlántico, que pondrá fin a la intensa ola de calor, y que podría contribuir a facilitar la tarea de unos equipos de extinción que, aun agotados, continúan en la brecha.
Los datos facilitados en la noche de ayer por el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) confirmaban que siete de los catorce incendios estaban clasificados como activos, con otros cuatro controlados y los tres restantes, estabilizados o en fase de revisión. De los primeros, el más serio es aquel localizado en Genestoso, dentro del término municipal de Cangas del Narcea y procedente del que arde en el área leonesa de Orallo, que también afecta a Somiedo. Allí continúan batallando a la desesperada bomberos de varios parques asturianos, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) de Tineo, agentes medioambientales y profesionales de empresas privadas, apoyados por maquinaria pesada terrestre y, desde el aire, por varias aeronaves.
Por su parte, en Valdeprado, en Degaña, permanecen miembros del SEPA, de la UME y de las BRIF, reforzados por la brigada helitransportada enviada anteayer por el Gobierno de Castilla-La Mancha. También siguen activos los focos de Bezanes, en Caso; de Taranes, en Ponga; de Villamarcel/Faedo, en Quirós; de Caunedo/Güa, en Somiedo, y de Camarmeña, en Cabrales. Ese último, por cierto, sigue obligando a mantener cerrada la Ruta del Cares. Finalmente, los fuegos declarados bajo control se ubican en Cangas del Narcea (concretamente, en dos áreas: Vallado 2/La Pachalina y Cobos) y en Coaña (de nuevo, en dos ubicaciones: Lebredo y Medal y Loza), mientras que los estabilizados son los de La Garganta/Sierra de la Bobia (Villanueva de Oscos), Puerto Sus (Ponga) y San Félix (Tineo).