Hockey, rugby, boxeo, balonmano, atletismo… El Sporting ha participado históricamente en muchos deportes
Sabido es que el Sporting nació con el ánimo de ser un club polideportivo, pese a que el fútbol fuera el motor principal del mismo. Los “sportsmen” de principios del siglo XX entendían al deporte como algo global, como un conjunto de actividades que trascendían lo puramente lúdico y que ello conllevaba una práctica multidisciplinar.
Buena prueba de ello son las diferentes secciones que tuvo el Sporting desde, casi, su nacimiento. En 1908 ya aparece en el diario El Comercio la noticia de que el club sportinguista organizaba una carrera de aros (en su época, un deporte más y hoy reducido a la categoría de juego) por el paseo de Begoña. La primera de las secciones creadas por el club fue a iniciativa del propio Anselmo López y se llamó Arte y Sport.
Su finalidad era la que el propio nombre definía, difundir las facetas artísticas de los miembros de la entidad y promocionar otros deportes, como el anteriormente señalado. Así, tal sección organizó desde el año 1908 juegos florales poéticos, carreras de aros o de velocidad para niños y niñas de la ciudad, incluso en el propio campo de El Molinón. Además, en 1914, llegaron a practicar un nuevo deporte, que no tuvo éxito, inventado en el Club Deportivo Bilbao. Era el Joku-on (un neologismo derivado de “juego bonito” en euskera), y se disputó “una partida” de exhibición en el estadio rojiblanco a la que vinieron invitados miembros del club bilbaíno. El deporte consistía en una especie de carrera en equipo, a base de hacer llegar una gran, y pesada, pelota de cuero a un determinado lugar. El equipo que en un determinado tiempo, más veces lo lograra, vencería. Esta variopinta sección en ese mismo año 1914 pasa a denominarse Real Sección Arte y Sport.
Un año más tarde, en 1915, aparece la de natación, por impulsada por los hermanos Barroso Ablanedo. Dura algo más de tres años, y son algunos miembros del equipo de fútbol los que la componen y participan en competiciones a mar abierto (dado que no existían piscinas en Asturias en esa época). En el año 1925 el Sporting abre su gimnasio a cargo del que más tarde sería entrenador del equipo de fútbol rojiblanco, el francés Frank Hoche. En él se puede aprender y practicar distintas disciplinas, desde halterofilia hasta boxeo. En 1933 se crea la sección de gimnasia del club, aunque lo hace únicamente desde el campo formativo y de práctica del deporte, sin llegar a competir.
La Guerra Civil interrumpe definitivamente el funcionamiento de la misma. En 1966, y durante únicamente un año, funcionó la sección de boxeo de la entidad, que se estrenó disputando una serie de combates en Gijón contra la que del mismo deporte tenía el Atlético de Madrid. De 1967 a 1969 existió la de hockey sobre patines, surgida por iniciativa del socio y entrenador de ese deporte en el colegio de la Inmaculada, Enrique Gabiñau. Nació con la condición de subir al Sporting a la máxima categoría del deporte nacional. Los dos años que disputó en el grupo Norte de la categoría de plata quedó en segunda posición, a un paso de disputar un ascenso que no llegó y la sección desapareció. En el año 1966 se crean las dos secciones que más largo recorrido y éxito tendrán. Las de rugby y balonmano. El equipo de rugby llegó a militar una temporada en la División de Honor del rugby español y dio dos internacionales absolutos, Joaquín Uría, considerado mejor pilier español y que fue 14 veces internacional, y Carlos Caicoya, que defendió en 4 ocasiones la zamarra de la selección. Ambos gijoneses y de reconocido prestigio en el mundo del balón oval, hasta tal punto que Uría jugó tres temporadas en la Segunda División francesa con el San Juan de Luz. La de rugby fue la sección que más tiempo duró, veintinueve años, de 1966 a 1995. La de balonmano también fue una sección longeva del club, además de cosechar importantes éxitos y arrastrar a un buen número de seguidores de la tribu rojiblanca a sus partidos. Bajo la dirección técnica de Juan Arribas y con jugadores asturianos y de la calidad como Federico Fernández, el que fuera internacional absoluto Pepe Llaneza (que además ejerció como preparador físico del primer equipo sportinguista de fútbol) o el portero Lolo Menchaca. En el equipo de balonmano jugó, además, algún nombre conocido de la política española. Así, Francisco Álvarez-Cascos militó en el conjunto rojiblanco. La sección de balonmano desapareció en 1992, con la llegada de la S.A.D. al club sportinguista. La última sección en crearse fue la de atletismo. Aunque, en realidad, sería más propio hablar del renacer de esta histórica sección. Volvió a la vida en 1967 bajo la presidencia de Antonio Roibás de Inza, y desapareció veintitrés años más tarde, junto a la de balonmano. Esta sección dio un campeón de España de lanzamiento de jabalina e internacional, el luanquín Francisco Ovies. En realidad, el Sporting había participado como tal en 1929 en el campeonato de España de cross disputado en Gijón y en el que tomaron parte algunos otros atletas pertenecientes a otros equipos de fútbol, por ejemplo el Athletic de Bilbao o la Real Sociedad, y el Sporting volvió a dejarse ver en 1932 en el Festival Atlético de Gijón en la Campa Torres el día 28 de agosto, en este, junto al club rojiblanco tomaron parte los equipos Sport Juniors, Serín, Los Muselinos y Estudiantes Católicos Gijoneses.
La representación sportinguista se redujo en ambas competiciones a un único atleta, el futbolista Armando Quirós, que en su adolescencia había practicado el atletismo con éxito. Resultó vencedor en la prueba de salto de altura, empatado con el que al año siguiente también sería jugador rojiblanco, Félix Rotaeta, que competía para el club Estudiantes Católicos Gijoneses. Rotaeta compaginaba el atletismo con el fútbol, jugando en el Somió, club del que sería fichado por el Sporting. Su hijo fue el famoso actor de idéntico nombre. Armando Quirós, como representante del Sporting, también quedó segundo en la prueba de los 100 metros lisos. Ese mismo año, los días 17 y 18 de septiembre, se celebraron en El Molinón los campeonatos de Asturias de atletismo. Participaron diez clubes, no estaba el Sporting entre ellos ni Armando Quirós disputó prueba alguna con otro club, pero Félix Rotaeta se proclamó campeón de Asturias de los 110 metros vallas, compitiendo para el equipo Estudiantes Católicos Gijoneses. El multidisciplinar deportista también consiguió las medallas de plata en las pruebas de salto de altura y longitud.