El establecimiento llevaba tiempo cerrado, lo que evitó que el suceso se convirtiera en una desgracia, ya que más de la mitad del vehículo se introdujo en el local pese a la resistencia de la persiana metálica

La tranquilidad en el barrio de El Coto se vio en la tarde ayer interrumpida por un espectacular accidente que acabó con un taxi empotrado en un bar situado en la esquina de Balmes con Granados, escena que llamó la atención de muchos vecinos que se acercaron al lugar con motivo del ruido y por los vídeos y fotografías que empezaron a circular por las aplicaciones de mensajería instantánea. Un suceso que pudo haber sido una desgracia de estar este local activo, puesto que más de la mitad del vehículo se introdujo en el local, derribando la persiana y parte de la fachada. Por suerte, tampoco pasaba nadie en ese momento por la acera.
Sucedió a las 15.48 horas, cuando un repartidor en furgoneta que subía por la calle Granados se saltó un ceda al paso, lo que obligó al taxista a dar inconscientemente, al tenerlo encima, un volantazo para evitar la colisión. El conductor resultó herido leve y fue trasladado a Cabueñes para ser explorado y tratado, mientras que los bomberos tuvieron que actuar sobre la dañada fachada.
La calle Balmes se trata de una vía utilizada por muchos conductores procedentes del barrio de La Arena o El Bibio para cruzar El Coto hacia Ceares y llegar a la avenida de El Llano, y carece de regulación semafórica en sus cruces internos. Este factor unido, en algunos casos, a una velocidad alta, aumenta la probabilidad de accidente de este tipo, algo que se solucionó en la parte alta del barrio, donde los choques de vehículos eran constantes, con la instalación de semáforos.
Si todos los pasos de peatones estuvieran elevados no ocurrirían estas cosas. Los vehículos reducirían la velocidad al acercarse a los cruces evitando así un accidente con otro vehículo y, por supuesto, los peatones podríamos cruzar sin arriesgar nuestra vida.