Según fuentes municipales, la mujer fue trasladada al Hospital de Cabueñes, donde se inició el protocolo ante una posible agresión sexual; no obstante la afectada, aparentemente bajo los efectos de alcohol o drogas, se negó a ser a ser examinada

Una farola fundida, algún que otro papel tirado fuera de las papeleras, un coche mal aparcado, quizá un perro escapado de su dueño y deambulando plácidamente en solitario… Esas son las cosas atípicas con las que, cuando la monotonía de lo cotidiano se rompe, suelen encontrarse los vecinos de la normalmente plácida calle San Paulino, una de las mucha arterias que tejen la telaraña del barrio de Viesques. Sin embargo, el hallazgo hecho este mismo viernes por algunos lugareños ha roto todos esos esquemas. Alrededor de las nueve de la mañana una joven de edad indeterminada era vista en el interior de un coche estacionado en dicha calle, casi totalmente desnuda y con hematomas en su cuerpo. Una patrulla de la Policía Local se personó en la zona y, pocos segundos después, hizo lo propio una ambulancia, que trasladó a la mujer al Hospital de Cabueñes.
«Fue todo muy discreto… Yo, porque me asomé a la ventana en ese momento; si no, me lo pierdo», relata un habitante de la San Paulino que, por prudencia, prefiere mantener su identidad en el anonimato. Para cuando el hombre reparó en lo que estaba ocurriendo, los agentes ya estaban rodeando a la mujer, sin perder de vista el turismo del que había salido, un Renault de color oscuro que aún permanece aparcado allí. Por su parte, desde el Ayuntamiento han detallado que la protagonista del hecho, que únicamente vestía un tanga, parecía hallarse bajo los efectos del alcohol o de alguna sustancia estupefaciente. En cualquier caso, y a la vista de los moratones que exhibía, una vez en Cabueñes se activó el protocolo de actuación ante una posible agresión sexual; no obstante, la joven declinó ser examinada.
Tanto el vecino que presenció el operativo, como otros habitantes con los que ha contactado miGijón insisten en que la calle San Paulino es «extremadamente tranquila», con la sola excepción de «los ‘okupas’ que, en ocasiones, se meten en las casas vacías». En ese sentido, a todos los anteriores les ha resultado curioso que el lugar en el que se halla estacionado el Renault en cuestión esté frente a una de tales viviendas ‘okupadas’. Ahora bien, por el momento no ha sido posible establecer ninguna conexión.