Miles de personas se suman a la manifestación convocada por la Xunta Pola Defensa de la Llingua Asturiana, alentadas por la reforma del Estatuto de Autonomía y por la reciente sentencia contra el Plan de Normalización Llingüística de Gijón

El clamor es claro. Puede que no total y absolutamente unánime, pero sí abrumadoramente multitudinario: la hora de la oficialidá ha llegado. En este mandato. Este año. Ahora. Ya. Así lo han reclamado esta mañana las miles de personas que, atendiendo al llamamiento formulado desde la Xunta Pola Defensa de la Llingua Asturiana, han participado en la masiva manifestación que ha recorrido el centro de la capital autonómica, Oviedo. Una indiscutible muestra de fortaleza social y de músculo reivindicativo que ha contado con la presencia de representantes de los principales partidos de izquierdas, y que ha finalizado con un alegato claro y directo: el momento del cambio a favor de esa expresión cultural autóctona ha llegado.
Con el buen tiempo por auspicio favorable, y las doce de la tarde como hora oficial de inicio, la marcha ha comenzado poco después, desde los alrededores de la Estación del Norte. La pancarta de la Xunta ha servido de mascarón de proa a una comitiva que, entre cánticos y consignas, ha invitado a los abundantes transeúntes a sumarse en defensa de un algo que, a fin de cuentas, es de todos. Mediado el recorrido, las opiniones de los participantes eran unánimes… Valoraciones como «pocas veces se ha visto tanta gente», «es la más numerosa en años» o «más vale que nos escuchen, siendo los que somos» han corrido de una boca a otra, dando forma a una voluntad acrecentada tanto por la reforma del Estatuto de Autonomía, como por la reciente sentencia judicial que, dando la razón a Vox, ha tumbado el Plan de Normalización Llingüística vigente en Gijón.
Por fin, la manifestación ha llegado a la plaza de la Escandalera, su punto de finalización. Allí, María Xosé Martínez, a la sazón presidenta de la Xunta, ha tomado la palabra y ha leído el manifiesto elaborado para la ocasión. Un documento que, por encima de todo, ha incidido en el carácter de oportunidad a aprovechar del momento presente. «La oficialidá vuelve tar enriba la mesa de la Xunta Xeneral cola reforma del nuestru Estatutu d’Autonomía, como tuvo en llexislatures anteriores», ha comenzado Martínez, destacando el hecho de que tal protagonismo «tien que ser razón d’arguyu pa tol movimientu reivindicativu». Al fin y al cabo, ha proseguido, «por muncho que quieran inoralo, tapalo o aplazalo, esta ye una llucha que percuerre en paralelo la historia democrática d’Asturies y que namás va poder iguase nun horizonte d’igualdá llingüística plena».

Claro, que los obstáculos en el camino para lograr la oficialidá siguen siendo férreos, algo que la máxima dirigente de la Xunta no ha ignorado. «Lla llocura de la estrema derecha nun tien problema en dicir la solución que pensaron pa les nuestres llingües y los nuestros derechos», ha advertido a los miles de presentes, una amenaza frente a la que «hai que llevantar barricaes tolos díes, nel llabor diariu de tola xente que tais equí». A ese respecto, ha hecho un llamamiento expreso a la comunidad educativa y a los medios de comunicación para que no contribuyan a eclipsar el peso del asturiano y del eonaviego. «Vivimos instalaos nos años 80 de contino; la marxinación y el voluntarismu siguen siendo lo único esperable nesos ámbitos que, nos sitios civilizaos, foron la vanguardia de la recuperación de les llingües propies y que, col reconocimientu de derechos, foron a tornar la situación de perda llingüística y favorecieron la tresmisión interxeneracional del idioma», ha ahondado Martínez. Y lo mismo podría decirse de la escena política, que a menudo recurre a traducciones «torponas» de originales en castellano, en lugar de apostar directamente por el idioma autóctono.
No obstante, la esperanza está alta, y el espíritu de combate, sano. «Equí tamos, equí siguimos un montón de xente qu’aguanta, que caltién la llealtá llingüística y la reivindicación», ha exhortado la presidenta de la Xunta, destacando que, «con esti panorama social y políticu nun nos queda otro que’l compromisu individual y la movilización colectiva. Tenemos que-yos dexar bien claro que nun vamos parar». Más aún, ha advertido de que, «si lleven a votación la oficialidá pa quitalo de delantre rapidino, vamos volver pidir una reforma estatutaria al otru día», pues «cada minutu que pasa ensin oficialidá ye una llaceria pa los valores democráticos n’Asturies y pa la sobrevivencia del nuestru patrimoniu llingüísticu». Y ha finalizado con el esperado y celebrado clamor que resume la esencia misma de la protesta: «¡L’asturianu, llingua oficial! ¡Yá, yá, yá, oficialidá!».

Por supuesto, en el acto no han faltado representantes de fuerzas como Izquierda Unida, Podemos o la diputada Covadonga Tomé, al igual que del PSOE, partido que encabeza el Ejecutivo autonómico. Y precisamente desde sus filas la diputada Noelia Macías ha indicado que los socialistas creen que «este es el momento» de lograr la oficilidá del asturiano y eonaviego en la reforma del Estatuto de Autonomía. «A lo largo de estos años ha habido un cambio importantísimo en la conciencia social de los asturianos y asturianas en cuanto a la cooficialidad de nuestras lenguas propias», ha declarado, sumándose a la opinión general de encontrarse ante «un momento histórico en el parlamentarismo asturiano. Comienzan los trabajos en pocos días de la ponencia y, sobre todo, nosotros apelamos al consenso». Un consenso con matices, claro… No en vano, Macías ha finalizando acotando que «seguimos confiando en el resto de partidos,», si bien «de Vox, evidentemente, no esperamos nada».