Testigos presenciales, apostados a la altura de la iglesia de San Pedro, aseguran que el equipo de salvamento, a bordo de una lancha, negó contar con el equipo necesario para retirar el animal del agua; las banderas de la zona alertan de la amenaza
Quién iba a pensar que un ser tan pequeño como la carabela portuguesa (Physalia physalis) sería capaz de llegar a bloquear por completo el uso de un sector de una playa tan masificada como la de San Lorenzo… Pero así es. En el día de ayer, durante más de una hora, un ejemplar de dicho organismo fue avistado flotado en el extremo oeste del principal arenal de Gijón, y forzó a enarbolar las banderas amarilla y de alerta por medusas en las inmediaciones de la escalera dos. Y el operativo para retirar la amenaza resultó más complejo de lo imaginable… Testigos presenciales apostados ante la iglesia de San Pedro aseguran que un equipo de socorristas se acercó a la carabela a bordo de una lancha, pero fue incapaz de sacarla del lugar debido, según lo dicho por los tripulantes de la embarcación, a que carecían del equipo necesario para hacerlo con seguridad.
Fenómenos como el que se desarrolló frente a San Pedro se han vuelto relativamente comunes en las playas de Gijón. Efectivamente, los avistamientos de carabelas portuguesas parecen haberse multiplicado de un tiempo a esta parte, y este mismo verano han sido varios los momentos en que se ha sido necesario cerrar al baño distintos sectores de San Lorenzo, ante la presencia de organismos bien en el agua, bien varados en la arena. En tales casos, se recuerda que no se debe, en ningún caso, acercarse al animal, y mucho menos tocarlo, a tenor del poder urticante de su picadora, incluso en caso de estar ya muerto.