La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.
La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.
La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.
La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.
La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.
La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.
La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.
La gijonesa Cristina Menéndez y su pareja, Mark Hughes, tomarán parte este sábado en la salida de la Santana Trophy
La pasión por las cuatro ruedas solo puede entenderla quien verdaderamente la siente. Si, además, añadimos naturaleza, escapadas y dos Land Rover, la combinación no tiene fallo. O eso piensan Cristina Menéndez y Mark Hughes, dos apasionados de las rutas a bordo de estos vehículos.
Tras más de diez años en Reino Unido, la pareja acaba de “aterrizar” en Gijón, tierra natal de ella, donde siguen desarrollando una afición que cumple casi una década. Tras mucho kilómetro a las espaldas, su próximo reto comienza este sábado en Marruecos, con la carrera Santana Trophy, “un homenaje al pasado, a los coches todoterreno clásicos Land Rover y a las pruebas de motor pioneras como los primeros París-Dakar”.
Aunque es la primera carrera de este tipo a la que acuden, los dos cuentan con esa ilusión de quien persigue lo que le apasiona. “En Instagram vimos que unas chicas a las que seguíamos se habían apuntado y pensamos: ¿Por qué no?”, cuenta Cristina. Así, los dos se embarcarán en esta aventura, en la que durante seis días viajarán juntos por las áridas tierras de Marruecos guiados únicamente con las indicaciones de la organización y una brújula. “Ellos van dándote instrucciones, ‘a tantos kilómetros gira hacia tal sitio…’, junto al road map y, con eso y trabajando en equipo, debes ir orientándote”, cuentan.
La afición les viene por Mark, quien “siempre quiso tener un Land Rover”. Ahora ya van por el segundo. En Reino Unido tenían un “grupillo” con el que salir a hacer rutas, y, aunque en Asturias ya conocen a algunos apasionados en Mieres, emplazan a cualquier aficionado que quiera disfrutar junto a ellos de esta pasión a que les escriba a su Instagram (@rover_driven). En esta misma cuenta van contando sus peripecias a bordo y también a través de ella narrarán su nueva experiencia en Marruecos.
Acostumbrados a hacer “de cada problema una aventura”, las anécdotas se cuentan por pares, máxime si sumamos a la ecuación que sus dos hijos también les acompañan, siempre que es posible. “Al más pequeño le encantan los coches, de hecho, empieza a sonreír cuando ve el Land Rover. Están muy acostumbrados a viajar, parar, hacer un picnic… lo llevan perfectamente”, cuenta Mark. Los cuatro han cambiado el inglés por el castellano, y explican que aunque “siguen adaptándose”, trasladarse fue una decisión y no una imposición. “El estilo de vida de aquí es mucho mejor que el de allí”, coinciden los dos. Solo queda esperar qué nuevas anécdotas se traen bajo el brazo de esta experiencia.