La dueña del establecimiento, que dejará de incluir la revista como divertimento para sus clientas, está sorprendida de la repercusión que ha tenido su decisión: “Estoy recibiendo un montón de llamadas y de apoyos por algo muy simple”
“Vaya liada”. Así reacciona Laura Llaneza cuando se le pregunta por la repercusión que ha tenido la decisión de que en su peluquería no se vuelva a leer la revista “¡Hola!”. Ayer comunicó en su perfil de Facebook la decisión, después de ver cómo la revista incluía en su portada la exclusiva de Ana Obregón, que ha sido madre por gestación subrogada a la edad de 68 años. La decisión de la peluquera ha sido secundada por la mayor parte de su clientela.
“La medida la tomé cuando amanecimos con la noticia que contaba que esta señora rica compra personas”. Así lo explica Laura, que reconoce no haber tenido ningún tipo de intención “más allá”. Abrumada por la cantidad de reacciones, llamadas y comentarios que ha generado su simple gesto, Laura admite que le parece “una pasada” el hecho del que ha sido protagonista la actriz española. “Dentro de nada, los que sean ricos van a poder comprar órganos y, los que somos pobres, no vamos a tener derecho a un trasplante”, comenta.
“La primera opción debería ser la adopción”, analiza Laura, que está “dañada en el alma”. Por eso, tomó la decisión de no contribuir en su negocio a que el “¡Hola!” aumentara sus ventas. “No deseo participar en este mercadeo tan nefasto”, avisa. Laura prosigue: “Además, según me he podido informar, parte de la compra de ese bebé se ha producido con la exclusiva que la revista pagó a Ana Obregón”.
En cuanto a las reacciones, Laura afirma que “el 95% de la clientela” la apoya. “Estoy recibiendo un montón de mensajes, de llamadas y de apoyos por algo tan simple como decir que no voy a volver a comprar el ‘¡Hola!’”, menciona sorprendida. En contrapartida, algunos la han avisado de que Ana Obregón está en su derecho. “Claro que lo está, pero no comprendo cómo se le puede permitir entrar en España con seres humanos comprados”, reconoce.
Como bienes sustitutivos de la revista, el establecimiento cuenta con libros, otras revistas y también wifi. Laura no está preocupada. “Al final, hay muchas alternativas”, zanja.
Intolerancia y cerrilísmo por parte de esta peluquera iletrada.
Cumple lo que dices y toma medidas legales contra mí, anda.
Ojalá más gente así, sí señor. Bravo por ella.