El geógrafo David Alonso organiza junto a Greenpeace Asturias y la asociación vecinal de Serín un conjunto de itinerarios rurales a través del patrimonio no urbano del municipio
Es bien sabido que todo lo cotidiano causa menos interés a las personas; lo ajeno y lo «exótico» suele ser aquello que más se busca conocer y que despierta la curiosidad del ‘extranjero’. Con la ciudad o pueblo natal ocurre lo mismo y para los gijoneses tampoco resulta excepción. Todavía muchos habitantes del municipio desconocen el patrimonio histórico del Gijón más urbano que se aleja de los circuitos turísticos convencionales y centra en elementos como su arquitectura, motivo que llevó al geógrafo e investigador David Alonso Medina a crear sus ‘Rutas Urbanas’ de la mano de Greenpeace Asturias y acercar estos secretos urbanísticos al gran público.
Estas ahora dan el salto a las afueras del casco urbano para adentrarse en la zona rural del concejo, el otro «gran desconocido» de Gijón. Durante la presentación del proyecto, sus organizadores han explicado que ‘Rutas Rurales de Xixón’ arranca el 20 de abril con una primera parada en Serín, una parroquia que, según su presidente vecinal Jose Luis Fernández, guarda un patrimonio etnográfico muy «diverso» con elementos cuya construcción se remonta hasta el siglo XIII.
Medina confiesa «haberse venido arriba» a la hora de trasladar este concepto de rutas a lo rural tras observar la buena acogida por parte de los asistentes a los itinerarios que ya mantuvieron conociendo la ciudad. «Todos siempre hablamos de Gijón como ciudad pero es un municipio, los residentes que no viven en la zona urbana son más de 25.000 personas y muchas parroquias tienen una naturaleza casi salvaje o paneras y hórreos convervados; la gente se puede llegar casi a sorprenderse», argumenta Alonso.
La idea es trasladar el concepto a otras dos parroquias rurales en lo sucesivo, pero por el momento, en la fecha que ocupará Serín, los participantes tomarán el tren de las 11.30 horas esa mañana hasta tomar tierra en zona rural durante un recorrido que puede durar hasta dos horas. Para cada ruta, los responsables crean un formulario de inscripción aunque insisten en que «mucha gente suele unirse a última hora», incluso algún turista «que escucha las explicaciones y se anima» y «todo el mundo es bienvenido».
Ángela Otero, portavoz del grupo de Greenpeace Asturias, también ha estado presente en la presentación y ha elogiado la capacidad de iniciativas como la de Alonso para abrir debates necesario entre la ciudadanía de Gijón sobre «el modelo de ciudad que queremos» y hacia dónde orientar los esfuerzos de la ciudad. «Si queremos enfocarnos hacia un turismo de masa o hacia crear una sociedad cohesionada que conoce lo que se hace con su territorio, qué tipo de construcciones se hacen y para qué», ha añadido. El Ayuntamiento parece haber encontrado esos mismos beneficios en estas rutas para conocer el patrimonio gijonés, ya que mostró su interés hace meses por la idea durante una reunión mantenida entre el geógrafo con responsables del área de Urbanismo, aunque la posibilidad de integrarlas como actividad municipal permanezca en pausa.