Tras meses de cierres y protestas, el Principado impulsa medidas para garantizar la gestión y sostenibilidad de la estación invernal

La estación de esquí de Valgrande-Pajares ha sido, durante buena parte del último año, sinónimo de incertidumbre. Cierres inesperados por bajas laborales, protestas de usuarios y empresarios, y la sensación de abandono dejaron en evidencia la fragilidad de la gestión del complejo. Este martes, la consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez, presentó una serie de medidas destinadas a estabilizar la operación de la estación. Entre ellas, destaca la implementación de un contrato menor puente que entrará en vigor el 9 de noviembre.
La medida permitirá cubrir temporalmente la responsabilidad técnica de la estación, después de que la licitación pública quedara desierta. “No es la primera vez que un procedimiento queda desierto”, explicó Gutiérrez ante la Junta General del Principado. El contrato permitirá posteriormente adjudicar el servicio a una empresa con experiencia en el sector mediante un procedimiento negociado y urgente. Paralelamente, el Principado ha creado un nuevo puesto de dirección técnica, ocupado por una persona con titulación en ingeniería. Su rol abarca desde el mantenimiento y la planificación hasta la seguridad, la gestión de equipos y la sostenibilidad ambiental. La consejera añadió que se contratará a una empresa especializada para auditar los cañones de nieve, con el objetivo de mejorar su eficiencia energética y el rendimiento del sistema.
Estas decisiones buscan responder a meses de críticas acumuladas. En septiembre, empresarios, vecinos y clubes deportivos denunciaban la falta de avances en la modernización de la estación y una “imagen de abandono” tras el verano, a pesar de una inversión prevista de 750.000 euros para la segunda fase del proyecto. Los problemas se habían intensificado desde febrero y marzo, cuando la estación permaneció cerrada más de una semana debido a la coincidencia de bajas de personal clave. No todos recibieron con satisfacción las explicaciones del Gobierno. Javier Jové, diputado de Vox, cuestionó la creación del nuevo puesto de director técnico y la experiencia del elegido, además de lamentar la incertidumbre generada por el contrato desierto. Pedro de Rueda, del PP, criticó por su parte la conflictividad laboral y la utilización de procedimientos de urgencia como solución a los problemas de gestión.
A pesar de las tensiones, desde el Principado insisten en que se está trabajando para que la estación recupere su operatividad y continúe con los planes de modernización: “Creemos firmemente en Valgrande-Pajares. Estamos actuando con inversión, profesionalidad y visión de futuro”.