Desde la División de Gestión y Mantenimiento de las piscinas municipales del Ayuntamiento de Gijón responden a las preguntas más frecuentes de los usuarios
Seguro que más de una vez has ido a la piscina y has pensado que qué calor hace al entrar, pero qué frío tienes una vez dentro del agua. Esto se debe a que cuando entras en la nave de baño, hay un intercambio de calor entre nuestro cuerpo, que está a una temperatura de 37.ºC y el aire de la piscina, que está entre 28 y 31.ºC. Hay una humedad del 65 % allí dentro, por lo tanto, esto produce una sensación de calor.
Sin embargo, al entrar en el agua, el intercambio de calor entre nuestro cuerpo y el agua se produce antes, porque el agua, que está a 27.ºC, absorbe nuestro calor más rápido que el aire. Esto produce esa sensación de frío inicial, que desaparece una vez nos movemos en el agua y corregimos el equilibrio térmico. Si nos paramos de nuevo, se rompe este equilibrio y vuelve a aparecer la sensación de frío anterior en las partes del cuerpo que quedan fuera del agua.
¿Y por qué no aumentan la temperatura del agua?, te preguntarás. No se aumenta por encima de los 27.ºC porque esto hace que se evaporen los productos químicos. Esto provocaría que el agua no estuviera bien desinfectada y aparecieran bacterias, virus y hongos. Solo hay dos excepciones con una temperatura de hasta 30.ºC: las bañeras de hidroterapia y las piscinas para clases de bebés y rehabilitación. En estos casos, hay unas medidas de prevención acordes.
En cuanto al cloro, su función es eliminar la contaminación permanente que sufre el agua de pelos, sudor, restos de piel… ¿Alguna vez has visto el cartel en la piscina de que hay que ducharse antes de entrar a la piscina y lo has ignorado? Es verdad que a priori parece que no apetece, pero es importante hacerlo para acostumbrar nuestro cuerpo a la temperatura del agua y, sobre todo, “facilita la eliminación de restos de pelos, sudor y piel antes de meterse al agua, así tendríamos que utilizar menos cloro”, explican desde la División de Gestión y Mantenimiento del Ayuntamiento de Gijón. Así que ya sabes, en tu próxima visita a la piscina, ¡dúchate antes!
Desde la División han facilitado unos códigos QR para comprobar el nivel de cloro y el PH del agua en tiempo real. Además, un sistema informático controla en directo todos los parámetros del agua: