La compañía de transportes inaugura su itinerario histórico-turístico a través del tramo de Pajares con trenes clásicos construidos entre los años 20 y 50
Un viaje al pasado en toda regla, es la propuesta que Alsa ha puesto en marcha este fin de semana en la rampa de Pajares con un itinerario turístico a bordo de trenes históricos. Los trayectos de la rampa que han permitido la llegada de la alta velocidad al Principado bajan unas marchas con este nuevo recorrido incentivado por la empresa de movilidad, en colaboración con el Museo del Ferrocarril de Asturias y la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril. Este viaje permite recorrer la infraestructura ferroviaria como tradicionalmente se hacía, con paso por las estaciones de Puente Los Fierros, Malvedo, Linares-Congostinas, Navidiello, Pajares o Busdongo, además del túnel de La Perruca, de 3.073 metros, que separa la vertiente leonesa de la asturiana.
El tren ha circulado por primera vez este fin de semana, con dos trayectos ayer en horario de mañana y tarde, y uno en esta mañana del domingo. El viaje del sábado estuvo acompañado por Alejandro Calvo, consejero de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios y Jorge García, viceconsejero de Infraestructuras y Movilidad; así como por Jacobo Cosmen, presidente de Alsa; Antonio Ginés, gerente de Alsa Rail, y Luis Panizo, director de zona Norte de Alsa.
Los trenes de este itinerario histórico están formados por coches de la serie 3000/5000, construidos entre 1920 y 1950 y que, habitualmente, forman parte del popular Tren Turístico de Felipe II que une Madrid y El Escorial, así como en el Tren del Mediterráneo, que une Barcelona y Valencia, y en el Tren Atardeceres de Castilla, que une Madrid con Segovia.
Los viajeros interesados en disfrutar de esta experiencia adquieren sus billetes en la web de Alsa. Hasta el momento, cerca de 500 viajeros han adquirido billete para la experiencia de este fin de semana. El viaje tiene inicio y final desde las estaciones de Gijón, Oviedo y Pola de Lena, y tarifa de 29,90 euros para adultos y 19,20 euros en el caso de niños de 3 a 12 años.
La ‘Rampa’, como es conocida en el mundo ferroviario, se considera uno de los tramos ferroviarios más difíciles de Europa, debido el espacio geográfico en el que se encuentra, los más de 55 kilómetros de subida y el desnivel de casi 1.000 metros que tiene que sortear.
El tren operado por Alsa incorpora un excepcional coche restaurante de los años 20, una auténtica «joya sobre ruedas», explica el comunicado de la empresa, perteneciente a la Compañía Internacional de Coches Camas y Grandes Expresos Europeos, con interiores de marquetería, una característica ornamentación y mesas de gran confort donde los viajeros pueden sentarse y charlar mientras contemplan el paisaje.
También cuenta con un coche salón presidencial, de los años 50, que dispone de habitaciones individuales con todas las comodidades, así como un salón de reuniones con ventanal panorámico para disfrutar del paisaje. Además, los viajeros pueden visitar también un Furgón Postal de la Dirección General de Correos y Telégrafos que dispone de un pequeño museo del transporte de correspondencia por ferrocarril, desde el que se podrán enviar cartas al ser una estafeta postal ambulante.