La formación argentina y la girlband madrileña ofrecieron ayer dos actuaciones musicales que hicieron las delicias de las decenas de aficionados concentrados en la sala gijonesa

Es difícil, muy difícil, abstraerse del poder seductor de la música. Sobre todo, si ese embrujo proviene de bandas como AIRBAG o Lucy, algo que ambas formaciones demostraron en la noche de ayer, durante sus respectivos conciertos en el Teatro Albéniz. Por espacio de unas horas la sala gijonesa se convirtió en uno de los escenario de esa curiosa alianza musical establecida entre el Vibra Mahou Fest y el Mad Cool Festival. Y el resultado, ciertamente, no defraudó a nadie. Los detalles de sus actuaciones pueden disfrutarse este domingo en las stories de la cuenta de Instagram del Albéniz.
Los argentinos AIRBAG fueron los primeros en saltar al escenario. Constituido en Buenos Aire en 2004, fruto de las inquietudes de los hermanos Gastón, Patricio y Guido Sardelli, el grupo regaló a los asistentes algunas de sus piezas más conocidas y reconocidas, desatando el fervor colectivo. Un camino perfectamente allanado para Lucy; la girlband madrileña, que se autodefine como «transgresora y agresiva, de carácter garajero y experimental», cumplió plenamente con dicha premisa. Neli, Claudia, Laura y Tata, como se nombran sus componentes, ofrecieron el contrapunto perfecto a sus predecesores americanos, completando la velada con acordes a medio camino entre la ruptura de la escena musical de los 80, y la experimentación que domina hoy la escena musical.