Con la buena nueva el foco, único activo a primera hora de esta mañana, entra en la categoría a la que también pertenecen los de Coaña, Castropol y Llanes; efectivos de Bomberos del Principado también han mantenido bajo revisión el de Grado

Fueron muchos los asturianos que, mediado el verano, respiraron tranquilos cuando se decretó el ansiado fin de la escalada de incendios forestales que devoró varias zonas de la región… Y también se cuentan por miles aquellos que, desde hace días, permanecen pendientes de la nueva pesadilla. Afortunadamente, no parece que su virulencia vaya a alcanzar la de los meses estivales; de hecho, este mismo jueves se están recibiendo un buen puñado de buenas noticias. Según ha informado el jefe de Zona del Oriente de Bomberos de Asturias, el foco localizado en Llonín, en el término municipal de Peñamellera Alta y el único que seguía activo a primera hora de la mañana, ya está bajo control, una catalogación que también ostentan los registrados en Coaña, Llanes y, a expensas de actualizaciones, Castropol. Además, en el comienzo de esta jornada el fuego que ha ardido estos días atrás en Grado se hallaba en revisión, por lo que apenas reviste peligro.
Las buenas nuevas han sido recibidas con alegría por las decenas de profesionales que, durante toda la noche, se han enfrentado a las llamas desde la primera línea del frente. El que los seis incendios con los que se cerró el miércoles -tras haber empezado el día de ayer con la friolera de ocho, de los que cinco permanecían activos- bajasen a cinco hoy ya insuflaba las primeras dosis de optimismo, reforzada por la incorporación a las tareas de extinción en Llonín de un helicóptero adscrito al Servicio de Emergencias del Principado (SEPA). Por el momento, los profesionales autonómicos continúan desplegados en esa última localidad, en Coaña y en Llanes; junto a ellos han estado en la brecha efectivos de empresas forestales y de la Guardería de Medio Rural. En varios puntos ha sido preciso aplicar fuero técnico para cortar el paso a las llamas, cerrar un perímetro en torno a ellas y, una vez ‘encerradas’ dentro de tales espacios, sofocarlas metro a metro. Se espera que los trabajos prosigan todo este jueves, aunque la amenaza de chubascos podría contribuir a agilizar las tareas.