El GREIM de la Guardia Civil logra evacuar a una perra que quedó atrapada en una sima de cincuenta metros de profundidad, agotada y con varios arañazos, pero viva
Combatir el crimen, auxiliar a los ciudadanos, proteger la integridad del Estado… La lista de deberes y tareas que cada día acometen los distintos cuerpos de la Guardia Civil es larga, variada y, desde hace años, felizmente reconocida y apreciada. Tanto, que hasta los animales han llegado a beneficiarse de los servicios de la Benemérita. De hecho, el último caso de esa índole se vivió este mismo lunes en la sierra del Aramo, en el término municipal de Pola de Lena, donde agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) del instituto armado intervinieron para rescatar a una perra de sólo cuatro meses que quedó atrapada dentro de una sima de cincuenta metros de profundidad. El operativo no fue sencillo pero, finalmente, el animal, aunque agotado y con varios arañazos en su cuerpo, pudo ser extraído con vida.
La alerta la dio el dueño del can a las doce de la mañana, después de que la estrechez del pozo y el constante derrumbe de piedras le impidiesen descender hasta su animal. Apenas media hora más tarde los profesionales del GREIM se personaban en el lugar, una zona conocida como Valle Lamará, próxima al pico Gamoniteiro. Tras evaluar la situación, los uniformados procedieron a instalar un sistema de anclajes en la roca, y dispusieron cuerdas para el descenso a la sima. Al fin, uno de los agentes logró descolgarse hasta la perra y, mediante unos atalajes, y con extremo cuidado, pudo trasladarla a la superficie, donde se reunió con su dueño.