En la noche del domingo un turismo se llevó por delante uno de los postes del alumbrado público en el cruce de Castilla con la Costa; los restos del equipamiento se estrellaron contra el establecimiento hostelero, muy conocido en la ciudad
Fue, sin duda, una de esas situaciones que nadie imaginaría que puede llegar a ocurrir… Hasta que pasa. Estar cenando plácidamente en un determinado negocio hostelero, tal vez rodeado de familiares o amigos, en agradable conversación y disfrutando de los manjares… Y que, de repente, un estampido corte por lo sano semejante placer, un golpe sacuda el lugar, y la duda sobre qué ha pasado cierre de golpe los estómagos de todos los presentes. En fin, algo parecido ocurrió en la noche de este pasado domingo en el cruce de la avenida de Castilla con la Costa, alrededor de las nueve. Por razones aún desconocidas, pero que la Policía Local está investigando, un turismo que circulaba por la primera de ambas arterias se salió de la vía y arrolló una farola, arrojándola contra la fachada de la conocida hamburguesería Mike’s. Afortunadamente, las piezas lanzadas no alcanzaron ni a clientes del establecimiento, ni a peatón alguno, por lo que no hubo que lamentar heridos. Del susto colectivo, eso sí, mejor no hablar…
El choque fue intenso, y el flanco izquierdo del frontal del vehículo quedó visiblemente dañado, con el guardabarros desmontado y el capó deformado y hundido. Peor suerte se llevó el poste de alumbrado público, que por efecto del golpe acabó dividido en varios segmentos. Y fueron precisamente varios de ellos los que aterrizaron, literalmente, en la fachada de la hamburguesería, aunque sin llegar a penetrar en el interior del local. Sobra decir que el revuelo en la zona fue inmediato. Transeúntes y gerentes de los negocios cercanos se lanzaron a observar lo ocurrido, y no pocos de los clientes del Mike’s, asustados por el estruendo, se echaron a la calle, inmortalizando con sus smartphones el suceso. A los pocos minutos las primeras patrullas de la Policía Nacional y de la Local se personaban en el escenario y, tras constatar el alcance de los daños, iniciaban las pesquisas, al tiempo que los curiosos trataban de retomar sus quehaceres… Llevándose consigo el recuerdo de un hecho que, fácilmente, podría haber terminado de una forma mucho más dramática.
Aun con todo, el hecho sí tuvo sus repercusiones en las calles y viviendas de la zona. Durante parte de ese último tramo de la noche la avenida de la Costa y las arterias aledañas vieron suprimido el suministro eléctrico público, cortado temporalmente mientras se acotaba y aseguraba el escenario de la colisión. Un dato confirmado por el propio Ayuntamiento, pero que no impidió a algunos vecinos teorizar erróneamente conque el ‘apagón’ podía haber sido consecuencia del mal tiempo.