La Universidad de Oviedo, con esta iniciativa, da un paso al frente, reafirmando su papel como un agente de cambio dentro de la sociedad

En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la Universidad de Oviedo ha dado un paso firme hacia la consolidación de una comunidad académica más igualitaria con el lanzamiento del programa ‘Vigías de la Igualdad’. Este novedoso proyecto, impulsado por la Unidad de Igualdad de la institución, ha sido presentado con la entrega oficial de diplomas a los 34 primeros vigías que, a partir de ahora, desempeñarán un papel crucial en la promoción de la igualdad de género dentro de los diversos campus y centros de la universidad.
El acto institucional, que reunió a diversas autoridades académicas y representantes estudiantiles sirvió para dar visibilidad a esta iniciativa y mandar un claro mensaje: la Universidad de Oviedo está comprometida con erradicar la desigualdad y proporcionar las herramientas necesarias para que toda la comunidad universitaria acceda a los recursos de igualdad de manera sencilla y directa. Los 34 vigías, provenientes de distintos sectores de la universidad —estudiantes, personal docente, investigador y administrativo— serán los encargados de actuar como «faros», guiando a aquellos que necesiten apoyo en cuestiones relacionadas con la igualdad.
La misión de los vigías es clara. Como explica Paz Menéndez Sebastián, directora de la Unidad de Igualdad, su función será acercar los instrumentos de la universidad en temas como la conciliación, el acoso, la integración de la perspectiva de género en las aulas, y el uso del lenguaje inclusivo. Muchos de estos recursos, a pesar de ser fundamentales, siguen siendo desconocidos para gran parte de la comunidad universitaria. Con la incorporación de los vigías, se espera que esta información llegue de forma ágil y directa a quienes más lo necesiten.
Este proyecto no comienza en un contexto exento de desafíos. En el mismo día de su presentación, los vigías se enfrentan al primer caso de violencia de género que afecta a un miembro de la comunidad universitaria. Un caso complicado que, aunque fuera del ámbito universitario, está siendo tratado con la máxima discreción por parte de la Unidad de Igualdad. La activación del protocolo correspondiente se encuentra en marcha, como subraya la directora, con la premisa de asegurar el bienestar de la víctima y ofrecerle el respaldo necesario.
El rector, Ignacio Villaverde, también se pronunció sobre la importancia de este tipo de iniciativas, al tiempo que señaló que, desafortunadamente, no es la primera vez que la universidad se ve envuelta en casos de acoso o violencia de género. En relación a una denuncia de acoso sexual que involucra a un profesor de Trabajo Social, Villaverde optó por la prudencia, destacando la necesidad de que los procedimientos legales sigan su curso antes de emitir una opinión. No obstante, fue rotundo al manifestar que situaciones como estas son «absolutamente intolerables» y que la universidad debe ofrecer una respuesta rápida y contundente ante cualquier manifestación de desigualdad o violencia. El compromiso de la Universidad de Oviedo con la igualdad no es, por tanto, un gesto aislado. El rector reconoció que aún existen desafíos, como la baja representación femenina en las cátedras, donde solo un tercio están ocupadas por mujeres. Confía en que con el tiempo se seguirán «arañando» mejoras en este terreno.
El programa Vigías de la Igualdad es un claro ejemplo de cómo las instituciones educativas deben implicarse de manera activa en la lucha por la igualdad, demostrando que la lucha por los derechos de las mujeres y la erradicación de la violencia de género deben ser prioritarias en cualquier contexto, incluido el académico.