La candidata, Sara Álvarez Rouco, afea la inacción del PSOE y Foro en sus respectivos gobiernos, y afirma que la extrema izquierda «ha vuelto a demostrar que es la antidemocrática»
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A pocas horas para que, con la llegada de la medianoche, se decrete el fin oficial de la campaña electoral, los principales partidos se preparan ya para encarar la jornada de reflexión de mañana. Y la primera en hacer balance de estos intensos días ha sido Sara Álvarez Rouco, candidata de Vox a la alcaldía de Gijón. Arropada por los principales cuadros de su equipo, ha escogido el céntrico café Dindurra para valorar una experiencia que «se ha desarrollado en un clima de corrección, demostrando que la discrepancia no está reñida con el respeto». Una dinámica que, sin embargo, ha quedado parcialmente por «ciertos ataques ideológicos» que, asegura, su formación ha sufrido.
«Es de lamentar que haya ocurrido algo así en algún debate y, cómo no, saliendo del extremismo ideológico de la izquierda», ha resaltado la aspirante, convencida de que es la prueba de que en el flanco izquierdo del espectro político «no han aprendido a discernir entre la corrección y el tema que se trata, y la ideología; hemos demostrado que ellos son los antidemocrátricos». Aun así, el sabor de boca dejado por esta campaña, su primera en pos del gobierno municipal, es bueno; máxime a la vista de que «hay una sensación que nos enorgullece, y es la de que hemos crecido, independientemente de lo que salga el domingo de las urnas. Hemos percibido una gran acogida, las asociaciones han apreciado nuestras visitas y estamos satisfechos de haber conseguido transmitir el mensaje de Vox».
Ese mensaje se ciñe a los pilares maestros del decálogo del partido, y les ha permitido, a juicio de Rouco, «diferenciarse del resto». Y es que, en su opinión, «sólo Vox persigue la transparencia pidiendo que se auditen y revisen las empresas municipales, y sólo nosotros estamos convencidos de que los únicos recursos disponibles son los que nacen del presupuesto; todo los demás son conjeturas que engañan al electorado». Por último, su partido, ha apuntado, es el único que «ha entendido que la constitución de las grandes infraestructuras pendientes depende siempre de la voluntad política con el resto de administraciones. Ningún partido puede decir que lo va a hacer solo».
La candidata no ha dejado pasar la oportunidad de afear al PSOE y a Foro; el primero «tuvo décadas para solucionar el tema de esas infraestructuras, y no lo hizo, como tampoco los dos mandatos de Carmen Moriyón». Y ha concluido reiterando que «daremos soluciones, se potenciará el desarrollo económico, se completarán las infraestructuras pendientes, se mantendrá una relación muy fluida con las asociaciones… Y, sobre todo, se revocarán las acciones municipales dañinas para el crecimiento de Gijón, como el Plan de Movilidad y el Reglamento de Laicidad. Trabajaremos por Gijón y las familias».