Desde el sindicato exigen «certezas y actuaciones concretas» para sacar un proyecto que permanece «bloqueado», mientras que en el partido que encabeza Sara Álvarez Rouco tachan la nueva calendarización de «indecente»

No parece que las recientes novedades en torno a la próxima ejecución del largamente postpuesto Plan de Vías estén recibiendo la mejor de las acogidas en Gijón… Sobre todo, por lo que respecta a su marco temporal, que demora hasta septiembre de 2026 el inicio de los trabajos, con el derribo del viaducto de Carlos Marx. Si a finales de la semana pasada era la vicealcaldesa de la ciudad y portavoz del PP en el Pleno, Ángela Pumariega, la que se confesaba escéptica, este lunes otros dos actores, ideológicamente antagónicos entre sí, han coincidido al expresar unas dudas similares: la delegación local de Vox, por un lado, y el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), por otro. Y es que, si bien han recurrido a lenguajes diametralmente distintos, ambas organizaciones han alzado la voz para reclamar al Gobierno de la nación un compromiso real, el fin de las promesas incumplidas y la consumación de un proyecto por el que, en la práctica, los gijoneses llevan esperando la friolera de un cuarto de siglo.
«Exigimos certezas y actuaciones concretas, tras veinticinco años de anuncios que siempre se han quedado en nada», ha advertido la Unión Comarcal de CCOO, por medio de un comunicado en el que también se ha analizado como comprensible el «justificado escepticismo» que las noticias en torno al Plan de Vías han desatado entre la población. De hecho, desde el mismo sindicato se han admitido «incredulidad» ante la última fecha aportada por la sociedad Gijón al Norte para el inicio de las obras, «después de tantos años de augurios y compromisos incumplidos». En todo caso, en CCOO se han posicionado en la línea de la reclamación vecinal de ganar el mayor espacio posible para el disfrute de la ciudadanía, reduciendo al mínimo la edificabilidad de la zona y habilitando un nuevo espacio ‘verde’ en el centro de la ciudad.
Más virulenta en el tono elegido ha sido la líder gijonesa de Vox, Sara Álvarez Rouco, quien ha tachado el conjunto de novedades de «indecente», y ha acusado al Ministerio de Transportes de estar practicando «una huida hacia adelante», al comprometer «una serie de inversiones y plazos sobre los que solo hay incertidumbres». La edil ha comenzado centrando el foco en la futura estación intermodal, en cuyo caso «el horizonte se prolonga mucho más allá de 2030, mínimo diez años», para, a continuación, pasar a la cuestión de la edificabilidad del ‘solarón’, sobre la que, opina, «nos entretienen para que parezca que hay debate cuando, en realidad, no hay nada».