Todos los demás partidos representados en el Pleno cierran filas con Montserrat López Moro, entre acusaciones de «mentir» dirigidas contra Sara Álvarez Rouco; eso sí, la oposición ha cuestionado a la titular del área por su gestión durante estos años

Los hechos son los que son, y hay una extensa videoteca a la que recurrir para constatarlos: en los dos años largos de Gobierno en Gijón pocas, muy pocas, han sido las ocasiones en las que Vox ha logrado apoyos suficientes para sacar adelante sus distintas propuestas. Y este miércoles, en el transcurso del Pleno ordinario de octubre, esa tónica se ha reproducido una vez más. La portavoz de Vox, Sara Álvarez Rouco, se ha quedado sola en su intención de reprobar a la concejala de Cultura, la forista Montserrat López Moro, por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que confirmó la anulación del Plan de Normalización Llingüística. En efecto, ninguna otra formación ha facilitado a los de Rouco los votos necesarios para anotarse ese éxito… Aunque no por ello han faltado las críticas a la gestión del Moro, emitidas desde la bancada de la oposición. Y el mencionado Plan no ha sido la única munición que las ha alimentado…
Ya la mera exposición hecha por la representante de Vox caldeó los ánimos en el Salón de Plenos. Rouco, que no dudó en calificar lo sucedido como «un ridículo completo», afeó a Moro quediese el visto bueno a «un Plan defectuoso que, a pesar de su trascendencia para la vida los gijoneses, habrían aplicado saltándose todas las reglas«. Fue cuestión de tiempo que la concejala autora de la propuesta clamase no ya por la reprobación, sino por la dimisión de la titular de Cultura, acusándola, como al conjunto del Ejecutivo, de «pasarse de frenada» y de caer, con su presunto intento de imponer el uso del asturiano, en «el colmo de la caradura«. Pero Moro no estaba dispuesta a poner la otra mejilla… Todo lo contrario. En su turno de intervención, la edil de Foro acusó a Vox de lanzar una «soflama incendiaria llena de mentiras«, toda vez que las razones dadas por la Justicia para anular el Plan responden a meros defectos de forma. A partir de ahí, Moro cargó contra el discurso de Rouco, recordándole que «en política las trampas las hacen quienes piensan que la gente es imbécil, y en su partido hacen trampas hasta en el solitario«. Y concluyó invitando a la aludida a «dejar de engañar a la ciudadanía; se hace de menos con esos discursos sesgados»… Y lanzándole una advertencia: «a ver si, al final, la reprobación se la hacen a usted sus votantes«.
Como se ha dicho, ningún otro partido sirvió de caladero a Vox… Si bien Moro tampoco salió bien parada de sus respectivas intervenciones. Valiéndose del asturiano para demostrar su apoyo al Plan, la portavoz de Podemos, Olaya Suárez, no escatimó reproches al tono y al contenido del discurso de Rouco, pero también alertó de que, en el momento presente, «hay que ser valiente para defender la cultura y los derechos«. Una línea muy similar la siguió el representante gijonés de Izquierda Unida (IU), Javier Suárez Llana, quien apuntó que, si bien «Vox vuelve a recordarnos que al fascismo le aterra la diversidad en todas sus expresiones«, postulados como los de Rouco, que tachó de «fascistas«, «no se combaten con dudas y tibiezas, sino con valor«. Ahora bien, la mayor dureza dialéctica contra Moro la demostró el concejal del PSOE Ramón Tuero; defensor de que la necesidad de una reprobación, «pero no a la concejala, sino al Gobierno«, recalcó que en el área de Cultura abundan las razones para hacerlo, «empezando por la Capitalidad Europea de la Cultura; tampoco se renovó el Plan de Museos, y tenemos el vodevil que estamos viendo con el Museo Nicanor Piñole«. Así las cosas, Tuero, terminó concediendo que «Vox está engañando a la opinión pública«, pero clamando porque los de Moro «hagan un nuevo Plan«.