Que la avenida Rufo García Rendueles, a orillas del Muro de San Lorenzo, es una de las arterias principales de la ciudad de Gijón es algo que nadie podría discutir. Que, desde esta semana, cierta presencia en ella está sorprendiendo a conductores y peatones por igual… También. A pocos metros del empalme con la calle Ezcurdia, entre las escaleras seis y siete que dan acceso a la playa, un solitario cable llama la atención de unos y otros. Y no porque tenga nada de especial… Pero sí por su ubicación. Porque la pieza, de varios metros, no pende horizontal sobre la vía, sino vertical, una orientación que a muchos ha llevado a temer que se trate del efecto indeseado del viento sobre el tendido eléctrico, y de un peligro para la seguridad. Nada más lejos de la realidad, afortunadamente; según han confirmado fuentes del Ayuntamiento, el cable forma parte del dispositivo municipal para las pruebas previas a la colocación del alumbrado de Navidad; será retirado en los próximos días. De ahí que, cumpliendo con el espíritu propio de tales fiestas, menos inquietud y más ilusión.
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