La popular orquesta, plato fuerte del programa del barrio, optó por cancelar su actuación media hora antes de lo previsto, entre reiteradas apelaciones al «respeto» para con su trabajo; por el momento, la identidad del agresor no ha trascendido
Pues… Sí. Al final, como tantas otras veces, el dicho ‘pagan justos por pecadores’ volvió a cumplirse. Esta vez, en el barrio gijonés de Contrueces, sumido ayer lunes en la última jornada de sus fiestas estivales. En plena madrugada, con la verbena de despedida haciendo bailar a cientos de vecinos y visitantes tras cuatro intensas jornadas de actividades y celebraciones, un botellazo lanzado por un integrante del público contra el grupo Tekila impactó en la cara de David Carrasco, uno de sus vocalistas, y forzó a cancelar el concierto cuando aún quedaba alrededor de media hora para que finalizase el segundo y último pase. Un auténtico jarro de agua fría para la multitudinaria concurrencia, aunque comprensible toda vez que el agredido acabó con parte de la cara amoratada, y que el autor de la ‘gracia’, pese a los esfuerzos del equipo de seguridad privada, no llegó a ser identificado.
Fue la conocida artista Marga González, compañera del herido y uno de los rostro más reconocibles de la popular formación, la que dio un paso al frente y exigió que el atacante se identificase. Y el margen de tiempo dado para ello no fue escueto… Durante varios minutos, con la música extinguida y los vigilantes tratando de localizar al responsable, González apeló al «valor» del sujeto en cuestión… Quien, sin embargo, optó por la cobardía, y no dio la cara. Por ello, entre lamentos y gritos de decepción por parte de los espectadores, la también empresaria de Tekila optó por cortar por lo sano y dar por concluido el espectáculo. «Algo así no se puede consentir; hay que saber comportarse«, zanjó, al tiempo que su camarada lesionado era evacuado con una bolsa de hielo colocada sobre la hinchazón. Toda una decepción agravada, por si fuese poco, por el hecho de que, para acceder al recinto, fue preciso abonar un euro. Ahora la gran esperanza es que el desagradable suceso no se repita este jueves, en Avilés, donde el grupo actuará en el cierre de San Agustín.